Cuando Elizabeth habla de El Paraíso es difícil entender que se refiere a una vereda, porque con cada palabra que pronuncia pareciera que vuelve a la historia de una familia, de la suya. Y es fácil entender de donde viene el arraigo: los fundadores de esa comunidad fueron sus abuelos, tatarabuelos y padres. Ahí nació ella, creció, estudió, encontró el amor y armó la vida.

María Elizabeth Cortez Madrid es una mujer de 44 años, cristiana, madre de dos hijos y recientemente abuela de una criatura que le llena la vida de felicidad. Es también modista, decoradora, organizadora de celebraciones de 15 años, matrimonios y cualquier tipo de evento que merezca una fiesta. Vende bolsos y cositas de miscelánea. Es licenciada en humanidades de la Universidad del Magdalena y ejerce todos los días a través de su poderoso liderazgo comunitario:
 

“Lo que me motivó a mí fue mi comunidad, mirar tanta necesidad.  Sabía que, si yo me educaba, iba a tener más para dar y ese conocimiento me ha ayudado a abrir puertas, a motivar a mi gente para que estudie, a que salga adelante…” Estas son las palabras de Elizabeth, que toman fuerza y fundamento en cada uno de los resultados que ha arrojado su convicción.

En julio de 2022, Elizabeth gestionó, junto a dos lideresas más de la comunidad, un proyecto que graduó 42 personas de la básica secundaria. Muchos de ellos no sabían leer ni escribir y hoy son bachilleres que continuaron diferentes procesos formativos y tienen iniciativas productivas propias. Ella es, además, parte de la junta de acción comunal del Paraíso  que ha facilitado la implementación del proyecto UNIDOS en Tumaco.

Esta iniciativa es liderada por la Dirección de Carabineros y Protección Ambiental (DICAR) de la Policía Nacional, para prevenir la violencia en los territorios de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial  (que prioriza regiones históricamente afectadas por la pobreza y la confrontación armada y la pobreza) y que, en Tumaco ha impactado tres micro territorios denominados Pulgande, La Variante y el Paraíso.

La relación entre la Policía y las personas de las comunidades no era muy buena. Había un muro de desconfianza entre ellos, incluso la misma Elizabeth durante mucho tiempo se negó a prestarles sus servicios como modista y cuando iban a buscarla para que les arreglara los uniformes, ella decía que no había hilo o que no tenía la aguja para esa tela. Para mantenerlos lejos, se inventaba cualquier excusa:

“Lo hacía por la inseguridad, pero un día yo me fui a reunir con toda la junta y el comité. Y les dije: es que la policía ha venido trabajando en las otras comunidades, han hecho actividades ¿y qué les ha pasado? Nada. Y nosotros no hemos aprovechado porque no hemos dado el brazo a torcer para que ellos se acercan a nosotros. No podemos seguir juzgando sin haber trabajado con ellos. Y así fue como empezamos”.

El proyecto UNIDOS, que es financiado por la Sección de Asuntos Antinarcóticos y Aplicación de la Ley (INL) e implementado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha llevado a cabo con éxito su metodología en esta zona rural de Tumaco y generado la identificación de los focos de violencia que afectan el territorio, junto a distintas acciones de mitigación. En respuesta a estos hallazgos se han entregado dotaciones comunitarias tales como computadores, refrigeradores, utensilios de cocina, uniformes deportivos, balones, instrumentos, entre otros. Se adelantan también adecuaciones físicas que fortalecerán los procesos comunitarios que contribuyen a la prevención de violencias y la reconstrucción del tejido social

Elizabeth dice que le gusta mucho el nombre de UNIDOS, pues asegura que es justamente esto lo que ha hecho este proyecto con su comunidad y con la policía. Los frutos del trabajo conjunto se han convertido en motivación y en fuerza para seguir buscando la paz de ese pedacito de Tumaco:

“Este proceso nos ha ayudado a tener más confianza, ha sido muy fortalecedor. Por ejemplo, el día del evento de entrega de las dotaciones, me llené de mucha alegría, porque los jóvenes prepararon una presentación ese día y entre ellos estaba un muchacho que se nos estaba perdiendo del camino. Y cuando estábamos en los ensayos él llegó, se acercó y dijo, que él no sabía bailar mucho pero que lo quería hacer y ese día terminó bailando en el evento de UNIDOS”.

El mayor miedo de la protagonista de esta historia es que la saquen de su casa. La sola idea la entristece, le apaga la sonrisa que tanto la caracteriza. Y son muchas las circunstancias que podrían provocar el desplazamiento en un territorio atravesado por el conflicto, pero Elizabeth siempre encuentra razones para seguir anclada al Paraíso y trabajar por su transformación.

“No hay cosa mejor que uno salir atrás de su casa y recibir un aire puro, acostarse y no escuchar más ruido de carros, de esas cosas. Mis hermanos viven en Guayaquil, otra parte vive en Cali y cuando estuvo muy fuerte la violencia, me decían, por favor, vente. Y yo ¡No! Yo me quedo en mi territorio, yo amo mucho esta tierra”

SDG 5 - IGUALDAD DE GÉNERO
SDG 10 - REDUCCIÓN DE LAS DESIGUALDADES
SDG 16 - PAZ, JUSTICIA E INSTITUCIONES SÓLIDAS