Yirley migró a Colombia hace más de seis años. Hoy en día participa en el programa #ContruyendoFuturo, una iniciativa para facilitar el proceso de estabilización de refugiados y migrantes venezolanos y colombianos retornados. 

Desde hace más de cuatro años, Yirley ha seguido la misma rutina diaria. Se levanta a las cuatro de la mañana, prepara sus termos, los cuales han sido lavados la noche anterior, y hierve agua en diferentes olletas. Mientras esto ocurre, se baña, se viste rápidamente y echa un breve vistazo a su hijo. Algunos días, logra tener tiempo para compartir un rápido desayuno con su esposo, mientras que otros días solo puede preparar su café y dos tipos de infusiones aromáticas, la venta de estas bebidas constituyen su principal fuente de ingresos para mantener a su familia. 

“Soy venezolana y migré a Colombia hace cerca de siete años. Bogotá me acogió con los brazos abiertos y las personas del barrio donde trabajo me han mostrado su afecto. Siempre he sentido una inclinación a trabajar con la comunidad y me gusta ayudar a los demás, y tal vez eso es lo que el parque La Toscana me ha devuelto: un apoyo incondicional”, menciona Yirley al hablar sobre su trabajo.
 

Los participantes de #ConstruyendoFuturo también participan de diferentes talleres y capacitaciones economía familiar, violencias basadas en género y prevención de la xenofobia

En un país donde, según las cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística – DANE, la tasa de empleo informal fue del 55% en el último trimestre de 2023, muchos refugiados y migrantes venezolanos en situación de movilidad irregular ven el trabajo informal como su única opción. La historia de Yirley es un claro ejemplo de ello. “La pandemia me obligó a buscar nuevas formas de generar ingresos. Ante la necesidad de sostener a mi familia, decidí vender tintos en el parque. Sin embargo, no ha sido fácil (…). El dinero que recibo solo me alcanza para pagar los gastos básicos y tengo necesidades fuertes, sobre todo con mi mamá. Ella también vive con nosotros, y al ser de la tercera edad, se aumentan mucho los gastos” comenta.

La decisión de ser vendedora ambulante también la afectó en su autoestima durante el primer año. Sin embargo, con el sueño de conseguir ubicarse laboralmente en un futuro como contadora, profesión que ejercía en Venezuela, y de poder apoyar los gastos médicos de su madre, Yirley participó en el programa #ConstruyendoFuturo, respaldado financieramente por la Oficina de Población, Refugiados y Migración de los Estados Unidos (PRM) e implementado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en colaboración con World Vision.

La iniciativa – que brinda apoyo a familias refugiadas y migrantes, colombianos retornados y comunidad de acogida, con la intención de establecerse en el país, – le brindó apoyo durante tres meses en asistencia humanitaria mediante transferencias monetarias para ayuda en el arrendamiento, aliviando así sus cargas económicas y permitiéndole ahorrar dinero para sus metas.

A través de esta iniciativa, 43 hogares recibieron la asistencia humanitaria en Bogotá durante el primer trimestre de 2024, beneficiando directamente a 165 personas.

Así, pudo adquirir prendas de vestir adecuadas para futuras entrevistas de trabajo, obtener medicamentos para su madre de 82 años y algunos insumos necesarios para su cocina, actividades que no habría podido realizar sin esta ayuda. Adicionalmente, siente que sus habilidades de liderazgo fueron mejoradas gracias al acompañamiento recibido en el proyecto.

“Mi familia dice que estoy bendecida (…). Mirando hacia atrás, esa fue la puerta que me permitió redescubrir mi fortaleza y habilidades que antes no sabía que tenía. Esa es una capacidad que he redescubierto gracias a esta ayuda”

Al igual que el hogar de Yirley, a través de #ConstruyendoFuturo 172 hogares en Antioquia, Bolívar, Bogotá y Cauca han recibido un acompañamiento integral durante el primer trimestre de 2024, lo que ha tenido un impacto directo en 640 personas. Estos participantes también han recibido capacitaciones sobre economía familiar, violencia basada en género y prevención de la xenofobia, con el objetivo de mejorar las condiciones de protección de los participantes, generar habilidades para el manejo de finanzas en el hogar y de esta manera contribuir a su estabilización e integración entre las personas nacionales y extrajeras.

Con respecto a sus planes a corto plazo, Yirley afirma tenerlos bien establecidos: "Ahora solo queda tiempo para soñar y perseguir esos sueños. Uno de mis objetivos es ubicarme laboralmente o establecer mi propio local porque, aunque tengo mucho agradecimiento al parque, no quiero seguir vendiendo ambulantemente. El otro sueño es permitirme algunos lujos necesarios, como llevar a mi mamá a visitar a mi abuela en Cúcuta. Este proyecto me motiva a seguir adelante y no dejar que el impulso se pierda, y continuar viviendo aquí en Bogotá, la ciudad que me ha abierto los brazos”, concluye.

SDG 10 - REDUCCIÓN DE LAS DESIGUALDADES
SDG 17 - ALIANZA PARA LOGRAR LOS OBJETIVOS