A orillas del mar Caribe, en medio del desierto de La Guajira, en el municipio de Manaure, la comunidad Wayúu Jopotulumina construye el sueño de convertirse en referente de la comercialización de productos pesqueros a nivel regional y nacional.

Un sueño iniciado por Fidel Gouriyú Uriana, autoridad tradicional; y continuado en la actualidad por sus hijos, sobrinos y por todos los habitantes de la comunidad que se dedican a la pesca, la principal actividad económica de la zona desde tiempos ancestrales.

“Somos personas que trabajamos y visionamos que la pesca va más allá y no es solo ir y sacar el pescado. La pesca es una cadena que puede mejorar nuestra calidad de vida y la de nuestros hijos”. comenta Diana Gouriyú, lideresa comunidad Jopotulumina

 

 

El programa IRACA® de Prosperidad Social en alianza con el Programa Inclusión para la Paz de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), implementado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), se suman a los esfuerzos de Jopotulumina y aportan al desarrollo económico y al mejoramiento de la calidad de vida, acompañando a 23 familias en tres componentes clave: fortalecimiento social organizacional, seguridad alimentaria y proyectos productivos comunitarios.

 

 

En el marco de los proyectos productivos comunitarios IRACA® entregó a la comunidad una embarcación en fibra de vidrio de 25 pies, un motor de 40 Hp y todos los demás instrumentos para la navegación. Esto sumado al componente de seguridad alimentaria que entregó herramientas y mallas para la construcción de nasas, trampas tradicionales para atrapar el pescado.

En el componente de fortalecimiento social organizacional, la comunidad priorizó la adecuación de una enramada, un espacio fundamental para la realización de reuniones y actividades culturales.

 

 

Cadena de articulación y unión de esfuerzos

La comunidad Jopotulumina cuenta con la planta de procesamientos pesqueros Miguel Antonio Valbuena Gouriyú, un centro de acopio entregado a la comunidad por la Universidad Nacional de Colombia en alianza con la Asociación Wayúu Araurayu.

Este espacio tiene los elementos necesarios para procesar el pescado y producir deliciosos platos tradicionales como el salpicón de cachua, cazón o raya.

“Por medio del programa IRACA® hemos recibido mucho apoyo por parte de otras entidades como la AUNAP y la DIMAR, quienes nos han estado apoyando en la parte legal, el uso de implementos y el cuidado que se debe tener en el mar.” expresa Diana Gouriyú, lideresa comunidad Jopotulumina.

 

 

En Jopotulumina la cadena de trabajo y articulación va más allá de lo institucional e incluye el trabajo de hombres y mujeres. Ellos son los encargados de las faenas de pesca y de traer el pescado a la orilla del mar; ellas por su parte, evisceran, limpian, lavan, manipulan y empacan el producto para ofrecerlo listo para la preparación y el consumo.