“Yo me permito ser auténtica, y mira que no es fácil, porque considero que ese es uno de los aspectos más valiosos que tenemos los prietos* en mi región, en el país. Somos esencia y sentimientos puros en cada acción, cada palabra, gesto y eso no puede ni debe cambiar por buscar encajar en sociedades. Somos auténticos y vamos es a cuidar y potencializar todo ese poder.” Rayza De La Hoz.

Quienes conocen y aprecian a Rayza De La Hoz en diversos lugares de Colombia, coinciden en que ella se caracteriza por su amplia y vibrante sonrisa, por su poderosa capacidad de motivar a niñas, niños, adolescentes, jóvenes y adultos, por el profundo amor hacia su familia y su perseverancia para emprender acciones que dignifiquen la vida de la comunidad afrodescendiente en La Guajira.

 

 

El primer territorio de Rayza De La Hoz es su cuerpo, el cual protege, respeta, ama y admira constantemente; sus raíces le pertenecen a Riohacha, capital del departamento de La Guajira, un territorio transversalizado profundamente por la diáspora africana, sus fuertes expresiones de cultura -tales como el significado de unión y ancestralidad en torno al árbol Bonga, la gastronomía creada a base de las palmas de tamaca o corúa, el orgullo por llevar el pelo afro natural, la preferencia por el uso de ropa con colores que trasmiten vida y alegría, entre otros-,  y el camino trenzado junto a los pueblos indígenas. De igual forma, el corazón, la familia y la ancestralidad de Rayza también han sido tejidas desde Barranquilla (Atlántico), María La Baja (Bolívar) y Venezuela, territorios que le permitieron construir conocimiento y cosechar éxitos personales y profesionales.

Esta joven afrocolombiana cuenta que lo que ha logrado ha sido por el ejemplo de sus padres, pues ambos se dedicaron al trabajo por las comunidades. Su mama Biulida Pérez Blanco, como profesional en trabajo social y contaduría pública, y su padre, Francisco De La Hoz Sarmiento, desde la comunicación social y periodismo, inspiraron a Rayza De La Hoz para que comprendiera desde pequeña cómo funcionaban los entornos de las poblaciones afrodescendientes en la región.

“Uno se da cuenta que es prieto, porque desafortunadamente desde pequeño el racismo y actos de discriminación te enseñan a que en realidad no eres tan igual a todos. De hecho, el poder estar en diversos momentos de mi vida moviéndome entre Barranquilla, el pueblo de mi mamá y Riohacha, me permitieron desde pequeña tener claridad de cómo era el sistema para todos, cómo funcionaba para los afros, y cómo, sí había personas de la etnia realizando acciones tanto para sanar como para resistir, pero nunca imaginé que era a eso a lo que iba a dedicar mi vida,” comenta Rayza De La Hoz.

 

 

Por otra parte, Rayza describe su juventud como un tiempo en el que exploró, entendió y se enamoró de su identidad, ya que siempre se sintió atraída a participar en diversos espacios de la comunidad afrodescendiente. Desde muy niña, la movió y enamoró el cine, el modelaje de fotografía y el teatro, pero cuando entró a la universidad a estudiar administración y mercadeo se encontró con otras posibilidades, que podían brindarle estabilidad económica a corto y mediano plazo.

 

 

Una de esas posibilidades fue el ser modelo de productos para el pelo,  con alisadoras. Durante dos años, Rayza desempeñó ese trabajo y una vez terminó su contrato, decidió que debía cortar su pelo, ya que como ella lo afirma:

“En realidad no tenía ni el tiempo, ni el dinero para cuidarme el pelo con alisadora, pero en ese momento de mi vida no se trató de que a mí no me gustara mi pelo, lo hice porque había necesitado el trabajo. Tampoco me sentía tan empoderada o enamorada de mi pelo, lo aceptaba como parte de mi identidad, pero aún no me había dado cuenta del poder que tenía”.

Fue para el 2013, cuando Rayza – a través del proceso de transición**- volvió a su pelo natural y empezó a sentirse aún más inquieta por su identidad y las diversas formas en las que podía expresarla con orgullo. Entonces, empezó a conocer más sobre los turbantes y el trenzado. Asimismo, exploró sobre la belleza de los colores en la ropa, pelo y cotidianidad de su comunidad. Y aunque el contenido que buscaba en internet siempre estaba en inglés -ya que para este tiempo existían muy poco referentes de mujeres afrolatinoamericanas con su pelo natural-, esto no la detuvo, no sólo logró aprender más sobre su cabello, también se convirtió en referente para toda su familia y su mamá, quien dejó de alisarse el cabello después de 25 años.

 

 

Una Mata ‘e Pelo ​que cambia vidas

La inquietud que Rayza De La Hoz se permitió sentir hace más de siete años por su identidad y ancestralidad, la llevó a querer hacer más por las niñas y jóvenes étnicas de La Guajira, para que ellas comprendieran que ser afrodescendiente era más que llevar el pelo afro. Este camino le ha permitido encontrarse, unirse y sembrar junto a más de 100 mujeres (vinculando actualmente también a hombres) lo que hoy es el Colectivo , una organización que se dedica a empoderar y ayudar a florecer a las mujeres afroguajiras por medio de la identidad, la estética afro y el bienestar.

Mata ‘e Pelo ha desarrollado diferentes procesos de sensibilización y capacitación hacia el autorreconocimiento, liderazgo, autocuidado y derechos de las mujeres afrodescendientes en La Guajira, de los cuales se destacan: la participación en el proyecto “Juventud Democrática”, en el marco de la convocatoria "Yo Me Subo A mi PDET" organizada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Agencia de Renovación del Territorio (ART) en el departamento de La Guajira; la alianza con IPS y EPS para brindar formación sobre cuidado menstrual, reproductivo y cáncer de mama a través de la iniciativa “Maratón rosa”; la realización de talleres sobre espiritualidad y autorreconocimiento, y el encuentro de empoderamiento y peinados ancestrales “Peinatón”, este último enfocado al fortalecimiento étnico - racial, salvaguarda de peinado ancestral y hermandad para niñas y adolescentes pertenecientes a poblaciones migrantes o en riesgo.

Otro proceso que Rayza destaca es el realizado en alianza con el Banco de la República, a través del cual lograrón llevar a cabo la charla "Estética afro: identidad, saberes y resistencia", que se puede revivir a continuación:

“Considero que el proceso de ser referentes afrocolombianas para el fortalecimiento de la identidad, para la formación afrodiaspórica y para la reconexión espiritual ancestral ahora es diferente; vamos entendiendo cómo vincular a las mujeres, sin presionarlas, brindándole simplemente herramientas y experiencias para que sean ellas mismas, desde sus realidades, quienes decidan qué quieren hacer con sus cuerpos, cabellos, emprendimientos, procesos familiares, sociales, etc,” expresa Rayza De La Hoz.

 

 

Durante el 2020 Mata ‘e Pelo impactó e impulsó la vida de diversas jóvenes afroguajiras desde lo sagrado, la memoria oral y el territorio a través del proyecto “Mujer Afro; Liderazgo, Paz y Desarrollo”, acompañado por el Programa Inclusión para la Paz de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), implementado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

Por medio de encuentros de aprendizaje colectivo y trabajo de autocuidado, a través de la guía “Cuerpo, y tierra, territorio ancestral” se logró fortalecer liderazgos de jóvenes afrocolombianas que surgen desde el territorio, y que han sido forjados por las matronas y su ancestralidad, a través de herramientas técnicas y metodológicas que les permitan asumir los retos de incidencia social y comunitaria a futuro.

“El proceso desarrollado con el Programa IPA fue una gran escuela porque, aunque ya teníamos experiencia trabajando en proyectos de fortalecimiento identitario y de género, encontramos en diferentes funcionarios del Programa madrinas y padrinos que nos ayudaron a fortalecer nuestros conocimientos en formulación de proyectos, creación y ejecución de presupuestos, formalización de procesos y mucho más.” expresa Rayza.

Recientemente, Rayza De La Hoz fue reconocida en la categoría “logros culturales” por la Cámara Junior Internacional de Bogotá (JCI Bogotá) en el marco del Programa “Diez jóvenes sobresalientes de Colombia 2020” a través del cual se destaca la labor de liderazgo de jóvenes colombianas(os) en diferentes categorías, por el impacto positivo que están generando con los proyectos que desarrollan.

“Este premio es un gran compromiso, pero para mí en realidad fue una forma de honrar a mis ancestras y a las mayoras, a cada una de las mujeres de mi familia, de mi historia, de mi comunidad que no tuvieron la misma libertad de ser y que, aun así, lideraron diversas luchas que siguen motivando el empoderamiento femenino en mi región.” dice con emoción Rayza De La Hoz.

 

 

Rayza De La Hoz y sus hermanas del Colectivo Mata ‘e Pelo continúan ayudando a florecer y visibilizar la identidad de niñas y mujeres afroguajiras desde la manitud* y el liderazgo positivo, pues a través de sus acciones han logrado aportar al objetivo cinco (5) de Desarrollo Sostenible que promueve la igualdad de género. Además, impulsan la salud y bienestar de niñas, jóvenes y adultas en los territorios étnicos (objetivo 3), y buscan brindar educación de calidad con enfoque étnico, para impulsar las habilidades diversas de sus beneficiarias, impactando al objetivo cuatro (4) de desarrollo sostenible.

* Prieto: termino empleado por las y los miembros de la comunidad afrodescendiente para hacer referencia a otras personas de su comunidad.

**Manitud: este término es definido por Rayza De La Hoz y el Colectivo Mata ‘e Pelo como la certeza de la hermandad entre mujeres negras. Asimismo, quienes estén interesados pueden leer más sobre la manitud en https://www.mujeresdelsur.org/las-claves-del-feminismo-afro-en-america-latina-y-la-potencia-de-la-manitud/

***Proceso de transición: la transición capilar consiste en abandonar los químicos que transforman, como el alisado permanente, keratina, y asumir la belleza natural del cabello.

SDG 3 - SALUD Y BIENESTAR
SDG 4 - EDUCACIÓN DE CALIDAD
SDG 5 - IGUALDAD DE GÉNERO