¨Lo que sea necesario, para ayudar a la comunidad¨, la historia de Jessica*

"Lo que sea necesario, para ayudar a la comunidad", son las palabras con las que Jessica abre las puertas de su casa y de corazón, con una voz contundente relata como su historia y de las otras mujeres del municipio de Pondores, en La Guajira, han estado marcadas por servicio comunitario.

En el marco de la conmoración del día internacional de la mujer, es calve resaltar el papel que la mujer rural en el proceso de construcción de paz en Colombia, que son de vital importancia por su valentía y coraje, y se convierten en un punto de referencia para otros territorios. 

Jessica es oriunda de Maicao, un importante municipio del Departamento por su amplio comercio e intercambio cultural, en donde aprendió como comerciar los productos que hoy cosecha de su parcela. Sin embargo, la violencia la llevo a tomar la decisión de salir en busca de nuevos destinos en otro lugar junto con su esposo y sus dos hijos. 

Empezar de ceros, sin conocer a nadie y aventurarse a construir un nuevo hogar no fue fácil para el núcleo familiar de Jessica, pero su tenacidad e insistencia lograron que hoy, residan un espacio propio, que luego de muchos años y con al ayuda de la ARN y la OIM logro recibir su titulación formal. 

En esto momentos, en su finca se cultiva filos, una especie de plátano que solo se da en esta región de Colombia, con la que espera ter un buen precio al final de la cosecha y con las ganancias ponerle un techo de zinc a su casa. Además, en su casa cuenta con árboles frutales para el pan coger, y algunos animales como cerdos, vacas y gallinas. 

"Con mi futuro yo sueño con permanecer acá en la comunidad como tal en darle enseñanza a mis hijos, de pronto en el conocimiento del cultivo de como se vive en el campo de tener mis cosas bien organizadas por ejemplo tener una marranera bien organizada que anteriormente no la tenía, pero ya porque no tenia el título del predio, pero ya de tener la titulación uno se hace a los permisos más legales".

Esta es uno de los miles de relatos con las que se teje la historia de resiliencia en los territorios afectados por la violencia en Colombia, y que son símbolo de la fuerza y valentía de las mujeres como constructoras de paz.