Elvia Moreno trabaja desde muy joven en labores del servicio doméstico. Como ella misma lo dice, sabe hacer muy bien su oficio, pues gracias a ello ha podido permanecer sin problema alguno durante casi tres décadas en los diversos hogares donde ha prestado sus servicios.

En su pueblo natal, el Alto Baudó municipio del departamento del Chocó, Elvia cursó hasta cuarto de primaria, pero tuvo que interrumpir sus estudios porque decidió migrar a Medellín en busca de nuevas oportunidades. Llegó a la capital antioqueña en su juventud, y logró ubicarse como empleada interna en casas de familia. Con el paso del tiempo logró continuar sus estudios de primaria los fines de semana, con el propósito de fortalecer su proyecto de vida.

“Cuando uno trabaja como interna se siente muy cohibido, no es fácil llegar a una casa que no es la de uno”, afirma Elvia.  Sin embargo, ella ha sabido manejar muy bien las adversidades y ha establecido una buena relación con las “señoras de la casa”.

Ejemplo de ello, es el caso del trabajo con el que cuenta ahora, en el que está a punto de cumplir 10 años. Reconoce que al principio fue muy difícil porque la “patrona” no la dejaba hacer las cosas y todo se lo corregía, pero con el pasar del tiempo todo cambió gracias a que ella le tendió un puente de diálogo para llegar a acuerdos. Allí, donde “Doña Luz”, Elvia recibe pago cumplido de su salario, subsidio de transporte, las prestaciones sociales y, quizás lo más importante, un trato digno y humano. 

 

 

Y es que tener un contrato con todas las prestaciones de Ley, es un derecho por el que vela la Unión de Trabajadoras Afrocolombianas del Servicio Doméstico (UTRASD), organización sindical en la cual participa Elvia como beneficiaria, y que desde el 2013 trabaja por los derechos laborales y humanos de las trabajadoras domésticas en el país, como factor determinante para que estas tengan una calidad de vida digna y puedan afrontar las diversas situaciones a las que se enfrentan lejos de sus territorios.

UTRASD ha sido acompañada por el Programa Inclusión para la Paz de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), implementado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) desde hace más de tres años a través de diferentes proyectos; uno de ellos, el denominado  “Trabajadoras afrocolombianas, protagonistas de sus derechos y agentes de cambio” que tuvo como objetivo posicionar el trabajo doméstico como factor fundamental para el desarrollo del país y el bienestar de las familias. Este proyecto también ha impulsado su fortalecimiento y la participación de las integrantes de la Unión de Trabajadoras Afrocolombianas del Servicio Doméstico (UTRASD) en diversas plataformas de visibilización nacionales, tales como la Primera Feria de Inclusión y Diversidad de Colombia, liderada por el Programa Inclusión para la Paz en 2019.

Cabe destacar que UTRASD se enfoca en impulsar -de la mano de sus integrantes- el trabajo decente y el crecimiento económico de las mujeres que desempeñan labores del servicio doméstico; además, desarrolla acciones de formación y educación en derechos laborales, identidad cultural y temas afines, con el propósito de aumentar la igualdad de género y aportar al cierre de brechas de desigualdad para mujeres afrodescendientes en Colombia, contribuyendo de esta forma al alcance de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), tres, ocho y diez*, promovidos desde el Sistema de Naciones Unidas en el mundo.

Por otra parte, Elvia cuenta que el 2019 fue un año muy duro para ella, un año al que logró sobrevivir gracias a estar cotizando en el sistema de salud desde el 2003, ya que por cuenta de múltiples patologías estuvo cerca de cinco meses hospitalizada, días enteros en los que nunca se sintió sola; algo que hoy recuerda como un milagro.

Elvia, pudo recibir toda la atención en las dos clínicas donde estuvo hospitalizada, así como los medicamentos requeridos. Asimismo, tuvo algo más con lo que no contaba: “Doña Luz”, quien continuó pagando su salario para que sus tres hijos pudieran saldar el arriendo, los servicios públicos y el mercado, así como subsidiar el transporte para ir a cuidarla al hospital.  Es decir, su “patrona” estuvo allí en el momento que Elvia más lo necesitó.

“Con mi enfermedad Doña Luz (mi jefa) aprendió a valorarme más. Me ayuda en las cosas que yo no puedo. Antes yo comía en la cocina y ahora me dice: tú eres parte del hogar, me haces compañía y por eso siempre comerás en el comedor conmigo”, concluye Elvia Moreno.

*Objetivos de Desarrollo Sostenible: (3) Salud y Bienestar, (8) Trabajo Decente y Desarrollo Económico y (10) Reducción de las Desigualdades.

Crédito foto: Unión de Trabajadoras Afrocolombianas del Servicio Doméstico (UTRASD)

*Historia construida en alianza con la Fundación Bien Humano, en el marco del proyecto “Trabajadoras afrocolombianas, protagonistas de sus derechos y agentes de cambio”   para el fortalecimiento de la Unión de Trabajadoras Afrocolombianas del Servicio Doméstico (UTRASD).