Edward Pérez, un hijo de la paz

Esta es la historia de un joven de la comunidad LGBTIQ+ e hijo de firmantes del acuerdo de paz, que de la mano del proyecto Voces del Territorio genera espacios de participación incluyentes para visibilizar desde las comunicaciones, la diversidad, riqueza cultural y turística de la región sucreña.

Edward Pérez nació en Los Palmitos, Sucre y tiene 21 años. Estudia sociología con una beca otorgada por el estado y es el hijo menor de una familia de cuatro miembros: su hermana Lorenley, su madre Soraida y su padre Eduar, de quien heredó el nombre. Algunos episodios violentos asociados al conflicto armado interno, afectaron su familia durante muchos años, pero la paz es hoy una realidad innegociable. En el 2018, en el marco del acuerdo de paz, sus padres se reincorporaron a la vida civil, con el propósito de promover iniciativas de paz y economías solidarias en su municipio; siendo esa la decisión y a su vez el pacto familiar que han sostenido con fuerza y determinación hasta hoy.

Desde el 2015, Edward Junior ha liderado espacios de participación que buscan garantizar los derechos humanos en el territorio y generar la apertura de escenarios culturales más incluyentes. Como le gustan las comunicaciones, entró a la Cooperativa Multiactiva Agropecuaria del Común y Formadores de Paz – Coomulpaz a ayudar con temas audiovisuales, de manejo de redes sociales y asuntos de divulgación. Dicha cooperativa configura en la región un eje organizativo muy importante para la comunidad y fue precisamente a través de ella que el proyecto Voces del Territorio (VDT) llegó a los Palmitos para permitirle a  Edward y a su papá, consolidar la iniciativa ‘Jóvenes por el Arte’ que propone visibilizar narrativas de paz a través de producciones audiovisuales que reflejen el potencial en cultura, arte, turismo, folclor, agronomía y comunidades LGBTIQ+ del municipio de los Palmitos, Sucre.

Este proyecto liderado por el Fondo Colombia en Paz, financiado por el Fondo Multidonante de las Naciones Unidas e implementado por la Organización Internacional para las Migraciones, entregó una serie de insumos de comunicaciones que incluían herramientas para la producción de contenidos como grabadoras de voz, drones, discos duros, micrófonos, etc. En la actualidad, el colectivo de comunicaciones conformado por jóvenes y mujeres del municipio desarrolla y visibiliza dos rutas ecoturísticas, las cuales recopilan la memoria del conflicto en la zona rural del Piñal, Naranjal y Sabanas de Pedro, y la resiliencia de las comunidades por reconstruir el tejido social.
 
Para Edward, Voces del Territorio, no solamente fortaleció su iniciativa, también, le permitió coleccionar más momentos de confianza con su papá. “Llegar a Voces del Territorio, y en ese camino vincular a mi papá a los espacios, hizo que mi visión sobre la paz se ampliara. Me hace feliz vernos en un espacio de construcción de paz y que estemos aprendiendo juntos”.

Don Eduar, por su parte, afirma que la relación con su hijo mejoró en medio de los talleres, espacios de formación y distintos encuentros liderados por el proyecto. Ambos concluyen que pudieron conocerse más y aceptarse en medio de sus diferencias.