Hace cinco años, Ana Vanegas dejó de dictar clases de filosofía en escuelas de Cartagena, para poder estudiar derecho. Sin embargo, a pesar de que actualmente no ejerce la docencia, nunca dejó su rol de profesora. Hoy usa sus conocimientos para acercar la salud sexual y reproductiva a los nacionales venezolanos, colombianos retornados y la comunidad afrocolombiana que reside en la ciudad amurallada. 

Esta mujer cartagenera de 45 años es una lideresa en su comunidad, por ello fue invitada por la Organización Internacional para las Migraciones a participar en el curso "Promoción de la Salud y Derechos Sexuales y Reproductivos", organizado en conjunto con la Fundación Plan, que concluyó en el mes de marzo, en el marco “Sin Barreras”, un proyecto que cuenta con el apoyo financiero del Gobierno de Canadá.

“En este curso nos dieron la oportunidad de conocer sobre estos temas porque muchas veces las mujeres no estamos informadas y lo consideramos un tabú”, explica. 

En este proceso, las participantes recibieron información que les permite hablar de forma natural sobre su sexualidad, reconocer que la salud sexual y los derechos sexuales y reproductivos son parte de los derechos humanos y que las mujeres tienen derecho a decidir sobre su cuerpo y a vivir una vida libre de violencias. 

Una formación que vale oro 

Para Ana, quien es lideresa comunitaria en salud, esta formación vale su peso en oro, porque reconoce que es una necesidad urgente, especialmente en las niñas, adolescentes y mujeres de las comunidades afro de Cartagena y en las nacionales venezolanas que habitan la ciudad. 

En este contexto, desde 2016 Ana viene colaborando a través de acciones de información, educación y comunicación en diferentes procesos comunitarios, con talleres y capacitaciones sobre derechos de la comunidad afrocolombiana, en la Asociación de Jóvenes Afrodescendientes “Benkos Ku Suto”, que busca fortalecer el empoderamiento y la identidad de las y los jóvenes en Cartagena. A través de juegos didácticos, la pintura y actividades lúdicas llega a niñas y adolescentes, entre los 9 y los16 años de edad, para abordar diversos temas, que usualmente no son tratados en los hogares, como por ejemplo la sexualidad y los derechos reproductivos que a través del curso "Promoción de la Salud y Derechos Sexuales y Reproductivos" son abordados. 

“Nosotros vamos a las comunidades y a los barrios donde existen varias problemáticas, como violencias contra las mujeres, embarazos en la adolescencia, infecciones de transmisión sexual, entre otras, para promover el reconocimiento de los derechos y dialogar con las niñas y adolescentes para que identifiquen los servicios a los que pueden acceder. También las animamos, para que busquen orientación, reconozcan su sexualidad y derechos y cuiden sus cuerpos”, comenta.

Ana Vanegas se reconoce como mujer afro porque siente orgullo del pasado y la descendencia africana que corre por las venas de los colombianos. Es una enamorada de las tradiciones y de la cultura de este grupo étnico. Su voz se transforma al hablar de ello.

Ana también se siente profundamente preocupada por las niñas, adolescentes y mujeres nacionales venezolanas. “Es urgente trabajar con ellas porque tienen mayores dificultades para protegerse y están en mayores riesgos de sufrir violencia sexual y abusos, así como de ser objeto de embarazos no deseados debido a que pueden tener mayores barreras para acceder a información y a servicios de salud sexual y reproductiva. Entonces, lo que yo quiero es trabajar con esta población alrededor de los temas de prevención y educación sexual, sobre todo con las niñas y las más jóvenes”, señala. 

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Vocación para enseñar, servir y empoderar en salud sexual y reproductiva

Ana acaba de terminar la carrera de Derecho, un oficio que hace tiempo practica en el buffet de abogados de su hermana. Ahora piensa cómo, desde la filosofía y desde su nueva profesión, puede ayudar a estas comunidades.  

“Lo que aprendemos y le puede servir a los demás hay que ponerlo en práctica. Mi estudio es una herramienta para poder llegar a la comunidad. Desde hace unos años estoy comprometida con la labor social, para ser aquella persona que puede brindar una asesoría o una orientación. Trato de que en mi comunidad no se vulneren sus derechos, sobre todo en temas relacionados con el acceso a la salud.”, explica esta recién graduada. 

Ana también piensa que puede ser una promotora de los derechos sexuales y reproductivos a través de acciones lúdicas. Junto a su hijo, Kanner Tareq, crearon un personaje llamado “Dr. Afrosín” que busca, a través de las redes sociales, acercarse a las niñas, niños, adolescentes y mujeres para dar a conocer temas de salud sexual y reproductiva.

“Es fundamental que todas y todos reconozcamos nuestros derechos y que sepamos que debemos defenderlos y exigirlos sin importar nuestro género, sexo, nacionalidad o pertenencia étnica. Con este proceso me empodere como mujer y quiero contribuir a que las niñas, niños, adolescentes y mujeres de mi comunidad también lo hagan”, comenta Ana. 

Acercar la salud sexual a los nacionales venezolanos y a la comunidad afrocolombiana en Cartagena no es una tarea, sino una misión que Ana lleva en el corazón. Así lo hace a través del proyecto Sin Barreras, que se ejecuta en Barranquilla, Cartagena y Santa Marta, y que busca superar las barreras de acceso a información, asesoría y servicios integrales de niñas, adolescentes y mujeres de estas ciudades, promoviendo el reconocimiento y empoderamiento de sus derechos. 

SDG 3 - SALUD Y BIENESTAR