-
Quiénes Somos
Quiénes somosLa Organización Internacional para las Migraciones (OIM) forma parte del Sistema de las Naciones Unidas y es la organización intergubernamental líder que promueve desde 1951 una migración humana y ordenada para beneficio de todos, con 175 Estados Miembros y presencia en más de 100 países. La OIM tiene presencia en Colombia desde 1956.
Sobre nosotros
Sobre nosotros
OIM Global
OIM Global
-
Nuestro Trabajo
Nuestro TrabajoComo organización intergubernamental líder que desde 1951 promueve la migración humana y ordenada, la OIM juega un rol clave en cuanto a apoyar el logro de la Agenda 2030 por medio de diferentes áreas de intervención que conectan a la asistencia humanitaria con el desarrollo sostenible. En Colombia, la OIM ofrece una respuesta integral a las necesidades humanitarias de los migrantes, los desplazados internos, los repatriados y las comunidades de acogida.
Prioridades transversales
Prioridades transversales
- Datos y Recursos
- Actúa
- 2030 Agenda
Viviana es una mujer venezolana que, caracterizada por su esfuerzo y la superación, es reflejo de la lucha constante por la igualdad y el reconocimiento de la comunidad LGBTIQ+ en Bucaramanga, ciudad en la que pudo ser parte de la estrategia “Transferencias Monetarias para Artículos Domésticos Esenciales” la cual no solo alivianó su carga económica, sino que también le permitió reafirmarse como miembro de su comunidad.
Tras bambalinas de uno de los eventos que año tras año cobra mayor relevancia en Bucaramanga, se mueve Viviana Villalobos. Ella, con la firmeza y determinación que la caracteriza, va materializando cada una de las etapas de su proyecto de vida en Colombia: la realización y dirección de un certamen con el que pueda visibilizar y empoderar a la comunidad LGBTIQ+ en la capital santandereana, así como ampliar los horizontes de la lucha por los derechos de la comunidad sexualmente diversa y fomentar una sociedad más justa e inclusiva.
Viviana nació en Puerto Ordaz, Venezuela. Siendo la antepenúltima hija de una familia de seis hermanos, creció bajo el cobijo de su hogar materno. “Justamente, lo más difícil de abandonar mi ciudad natal fue dejarlos (…) pero debía salir a buscar un futuro ya que, para mí, en mi ciudad las cosas no eran las mismas a nivel laboral”, menciona.
Primero probó suerte en Caracas, pero como las cosas no salieron como planeó, continuó su trayecto hasta Cúcuta. Allí estuvo por tres días y vivió momentos de profunda tristeza y desolación debido al duelo migratorio y a los desafíos que tuvo que enfrentar mientras pudo acceder a una red de apoyo. Posteriormente, tomó la determinación de continuar su trayecto hacia Bucaramanga, guiada por el consejo de algunas personas con las que aún mantenía contacto, aventurándose a una ciudad totalmente desconocida para ella.
“Estabilizarme fue complicado, pero siempre lograba resolver cada inconveniente. Es una cosa cuando uno llega a un sitio y a uno lo están esperando, pero yo acá estaba totalmente aventurando. A veces sí siento que, debido a mi identidad de género, el proceso de estabilización ha tomado más tiempo que a cualquier otra persona migrante; sí he sentido que por ser como soy recibo rechazo de algunas personas”.
Para buscar su sustento diario, tuvo que recurrir en un principio al trabajo informal, vendiendo tintos; luego entabló una relación amorosa en la que empezó a sentirse agobiada. “Mi pareja me ayudaba económicamente, y gracias a ello empecé a estabilizarme y a conocer más personas, pero él no me permitía hacer nada porque era algo celoso. Estaba encerrada. Yo solo podía agachar la cabeza ya que me ayudaba a cubrir los gastos, pero llegó un momento en el que no pude continuar”, manifiesta.
Dejar su relación significó que debía volver a encontrar una forma de adquirir dinero, y aunque tras la ruptura tuvo que ingeniar diversas formas para ganar su sustento, pudo ahorrar lo suficiente para retomar su sueño de organizar un reinado para mujeres diversas. Durante esta etapa, empezó a conocer diferentes líderes comunitarios con los que hoy en día aún mantiene contacto.
Conforme a sus palabras, el proceso que trae consigo la planeación y el desarrollo de este evento, es una forma de fomentar espacios de participación, humanos, libres de xenofobia y discriminación. Sin embargo, a pesar de que está materializando su aspiración, siente que al ser una mujer diversa y migrante enfrentó innumerables desafíos y barreras que hicieron mucho más difícil su estabilización en Colombia.
De acuerdo con la declaración de las Naciones Unidas en el marco del IDAHOBIT 2022 , durante las crisis humanitarias y migratorias, las personas LGBTIQ+ a menudo enfrentan dificultades, persecución y daños adicionales, considerándose como el grupo poblacional más aislado y marginado. Son especialmente vulnerables a la violencia basada en género, crímenes de odio o prejuicio y al aislamiento social. Adicionalmente, la exclusión estructural de la economía formal, incluido el acceso al mercado laboral, aumenta su exposición al riesgo, a la explotación sexual y/o laboral y a la presión para participar en medios de subsistencia de alto riesgo.
Diego Ruiz, activista de derechos humanos en Santander, líder de una organización de base comunitaria, miembro de la comunidad LGBTIQ+ y compañero cercano de Viviana, comenta que “Dentro de la población trans hay capas y entre más internas éstas son, tienen mayor grado de vulnerabilidad. Y nosotros trabajamos con las capas más profundas (…) y es allí donde afortunadamente me crucé en muchos espacios con la OIM”.
Una de las iniciativas a las que Diego pudo referenciar a Viviana, y a 35 núcleos familiares más, es la de “Transferencias Monetarias para Artículos Domésticos Esenciales”, la cual surge como respuesta de Asistencia Humanitaria por parte de OIM, para facilitar el acceso a elementos básicos de habitabilidad digna de los hogares refugiados y migrantes con vocación de permanencia en el país. “Diego y Leidy -otra líder muy importante y reconocida por la comunidad- me contaron sobre el proyecto y me hicieron la invitación. Luego la OIM nos dio la charla, nos explicaron cómo iba a ser el paso a paso y continuamos con el proceso”, aclara Viviana.
Estas acciones, que cuentan con el respaldo financiero de la Oficina de Población, Refugiados y Migración de los Estados Unidos y son implementadas por OIM, apoyan a los beneficiarios a través de la entrega de un cupón electrónico redimible por artículos no alimentarios de hábitat, cocina, vestuario, entre otros. Tan solo en Bucaramanga, la estrategia ha impactado directamente a más de cuatro mil personas.
La entrega de este auxilio se compone de distintas fases como la articulación en los espacios de coordinación humanitaria y de gobierno territorial, en estrecha colaboración con líderes de las comunidades. Bajo esta articulación se realizan las referencias, los talleres de enrolamiento y sensibilización sobre la asistencia que se entrega, así como las cualidades y mecanismos para recibir la ayuda. Este apoyo, además de contribuir a mejorar las condiciones de habitabilidad, de vivienda adecuada y digna, permite que se alivianen las cargas económicas de los y las participantes. De esta manera, los participantes de la iniciativa pueden cubrir otras necesidades o fortalecer sus medios de vida, facilitando de esta manera su integración en el país.
En Colombia, la OIM ha replicado la iniciativa “Transferencias Monetarias para Artículos Domésticos Esenciales” en 12 departamentos, logrando impactar a más de 31 mil refugiados y migrantes venezolanos, colombianos retornados y miembros de las comunidades de acogida entre 2023 y 2024.
“Algo que me impactó fue la inclusión de mujeres trans y diversas, y la red de reconocimiento y apoyo que nació naturalmente entre los participantes, quienes tienen necesidades no solo económicas sino también sociales. Había mujeres con mayor riesgo que otras, algunas de ellas en condición de trabajo de calle o sexual, y que la OIM las hubiera podido apoyar es importante”, expresó Viviana sobre su participación en la iniciativa.
Por su parte, Diego puntualiza que “este tipo de servicios tal vez no van a cambiar la vida de una persona por completo, pero sí mejoran la condición de vida de aquellas que están en un punto muy vulnerable, permitiendo una reafirmación en el que la persona se hace visible o se siente parte de una comunidad, y eso es un impacto positivo desde lo social y lo emocional”.
En cuanto a sus sueños, Viviana está enfocada en continuar con su participación en certámenes de belleza LGBTIQ+. Todas las experiencias que ha vivido como migrante en Colombia le han permitido enfocar su proyecto de vida hacia el beneficio social y realiza diferentes servicios de apoyo a la población en situación de riesgo de vulnerabilidad; adicionalmente, continuará trabajando para contribuir a la eliminación de todo tipo de discriminación hacia las mujeres diversas a través de su liderazgo.