Ana Luisa volvió a sonreír luego de vivir momentos difíciles. Poco a poco superó la tuberculosis, una enfermedad que en 2020 afectó a 9,9 millones de personas en el mundo. Gracias al apoyo financiero de la Oficina de Población, Refugiados y Migración (PRM) del Departamento de Estado de los Estados Unidos y la asistencia de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM)., Ana accedió a servicios de salud que le permiten mirar hacia el futuro con esperanza. Este 24 de marzo, Día Mundial de la Tuberculosis, conocemos su historia.

Ana Luisa Fernández es nacional venezolana de 57 años, madre de siete hijos y oriunda de Maracaibo, Estado Zulia, Venezuela. A principios de 2021 llegó a Colombia, llevando en su alma la tristeza del reciente fallecimiento de su esposo, y en su cuerpo la preocupación de combatir la tuberculosis (TB), una enfermedad que no sabía que padecía y que cada día la debilitaba más. 

Tras su arribo al país, Ana se asentó en Maicao, en el departamento de La Guajira, donde la esperaba Eliana Carolina, su hija mayor, quien inmediatamente se percató de su estado de salud.   

“Al llegar al rancho de mi hija, le comenté que tenía varios meses con dolor en el pecho y en la zona baja de la espalda, tos persistente, y que los medicamentos no me estaban funcionando”, comenta.

En 2019 Ana se golpeó la espalda y la zona derecha del pecho en un accidente de tránsito, lo cual le provocó complicaciones en sus pulmones y tórax. La atención que recibió no disminuyó ni sus dolores, ni el malestar. “Los médicos … la enviaron a casa con un tratamiento”, recuerda.

Por ello, Eliana, decidió buscar ayuda para que su mamá pudiera recibir atención en salud y acceso a la prueba de TB, la cual dio como resultado negativo en dos oportunidades. A pesar de este resultado, los dolores continuaron y el cuadro de salud era cada vez más complejo.
 

"Como hija mayor, siempre le recalqué a mi madre que la vida puede generar cambios inesperados y que todo pasa para algo. Hoy estamos todos unidos y apoyándonos mutuamente" – comparte Eliana.

Ana, del dolor a la esperanza

Ana, del dolor a la esperanza

A mediados de 2021, Ana fue identificada por el equipo territorial de la OIM, producto de la labor de búsqueda activa de los líderes y lideresas de la Red Comunitaria de Salud ‘Rompiendo Fronteras’. Su caso fue derivado a la Empresa Social del Estado (ESE) Hospital San José de Maicao donde Ana pudo hacerse nuevamente la prueba, la cual salió positiva para tuberculosis. “El proceso no ha sido fácil”, comenta. 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que la tuberculosis es una enfermedad infecciosa prevenible que, sin embargo, sigue siendo una de las más mortales en el mundo. “Cada día… más de 4.000 personas pierden la vida y cerca de 30.000 enferman”, señala esta Organización.

Ana, luego de ser diagnosticada, fue remitida al Programa de Tuberculosis, que, en el marco del convenio entre la OIM y el Hospital San José, apoyado financieramente por PRM, prestó el seguimiento en su tratamiento. “La enfermera del hospital viene dos veces a la semana con mi medicina, en algunas ocasiones le acompaña la referente de tuberculosis de la Secretaría de Salud de Maicao y la enfermera de la OIM. Recibo apoyo y seguimiento constante”, destaca.

Debido a los mitos y a los estigmas que aún persisten sobre la tuberculosis, en el paciente pueden aparecer cuadros de depresión; por ello Ana recibió apoyo psicológico por parte de las profesionales psicosociales de la OIM. “Me han enseñado a valorarme como persona y entender que todos los momentos difíciles pasarán y lo que realmente importa es persistir y tener la disposición para afrontar las nuevas experiencias”, comenta.

En el marco de la coordinación y articulación que tiene la OIM con la Oficina de Enlace para la Mujer de la Secretaría de Salud de Maicao, Ana y su familia también recibieron colchonetas, alimentación y utensilios de cocina, insumos útiles para su sostenimiento y la mejora de su calidad de vida.

Por otro lado, Ana regularizó su estatus migratorio y se afilió al sistema de salud gracias a las acciones de información, educación y comunicación (IEC) que realiza la OIM en el territorio, en articulación con Migración Colombia, los entes territoriales de salud y otros cooperantes. “Hace pocos días me entregaron el PPT (Permiso de Permanencia Temporal) en la oficina de Migración Colombia y enseguida (OIM) me apoyó a conseguir la afiliación a salud”, destaca con una sonrisa.

Ana está por finalizar la segunda fase del tratamiento y, según las últimas pruebas, es negativa para tuberculosis. “Hoy gozo de una excelente salud y me falta poco para vencer totalmente a esta enfermedad”, asegura.

En el marco del Día Mundial de la Tuberculosis que se conmemora el 24 de marzo, la OIM continúa apoyando los esfuerzos del Gobierno de Colombia, de las autoridades de salud y los entes territoriales para poner fin a esta enfermedad y así avanzar hacia el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible número 3, encaminado a garantizar una vida sana y promover el bienestar de todas las personas.

"A todas aquellas personas, sin importar su nacionalidad, les digo que a donde vayan siempre tendrán manos amigas que llegarán justo en los momentos o situaciones difíciles. Vale la pena luchar, ser persistentes y resistir, así el proceso sea largo", concluye Ana.