Un recorrido lleno de colorido por algunas de las calles del barrio La Perseverancia, en Bogotá, tuvo como protagonistas al grupo de jóvenes “Cero reincidencia”, un colectivo que trabaja a diario por salir adelante a través de una propuesta de turismo que quiere resignificar el lugar a través de las narrativas que nacen de sus orígenes y su comunidad.

Estos jóvenes frente a representantes de la Alcaldía de Bogotá, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) socializaron sus conocimientos acerca de la historia del sector y referenciaron sus experiencias de vida, al hacer parte del proyecto ´Eco turismo La Perseverancia, turismo con sentido humano’.

Esta iniciativa se realizó en el marco del proyecto ‘desarrollo de estrategias de prevención del uso y la utilización de niños, niñas y adolescentes con enfoque de seguridad en Bogotá, Cali y Medellín apoyadas por la cooperación internacional’, con el apoyo del Programa de Reintegración y Prevención del Reclutamiento (RPR) de USAID.

Durante la jornada el colectivo explicó la historia del Museo Nacional, lugar donde inicia el recorrido, y paso a paso, llegaron a escenarios como la calle de los abrazos “espacio que se convierte en un eje estratégico del turismo para el sector”, como lo afirma Germán Aponte, joven miembro del emprendimiento local.

Luego se dio continuidad a la expresión artística reflejada en metros y metros de las paredes externas de las viviendas, donde las imágenes exponen la diversidad de las aves, la cultura de las regiones y la identidad latinoamericana representada en trazos, formas y colores.

Adicionalmente, se vivió la experiencia que brinda la gastronomía de la Plaza de Mercado de La Perseverancia, demostrando que el turismo puede involucrar varios sectores en beneficio de todos, siendo esto eje de su motivación ya que con este proyecto tienen como intención cambiar la percepción que se tiene del barrio y de los jóvenes que lo habitan.

Este grupo se ha capacitado durante varias semanas para fortalecer el colectivo, logrando que la iniciativa se apalanque en la confianza, la no estigmatización y en el reconocimiento de una comunidad que comienza a creer en el turismo como una proyección de vida para su juventud, a partir de la riqueza de su historia y sus espacios culturales.