A través de Hilos de Paz, una iniciativa de modistería liderada por personas en proceso de reincorporación de Vista Hermosa, Meta, las mujeres le apuestan a la autonomía económica y al empoderamiento para prevenir la violencia basada en género y aportar a la construcción de paz. Este emprendimiento hace parte del proyecto VIVAS, financiado por la Embajada de Suecia.

Bogotá, junio de 2022. En los estantes de la Casa de la Paz, un espacio en Bogotá para visibilizar los emprendimientos de personas en proceso de reincorporación, se exhiben las faldas, camisetas y manillas de Hilos de Paz, una iniciativa económica liderada por excombatientes que hoy es la fuente de ingresos de 12 mujeres, entre ellas, en proceso de reincorporación y de la comunidad aledaña del Centro Poblado Georgina Ortiz, en el municipio de Vista Hermosa, Meta.

La llegada y comercialización, por primera vez, de estas prendas en la capital colombiana es la evidencia del crecimiento y del proyecto productivo en el último año. Gracias al fortalecimiento de  los espacios formativos de costura y el apoyo en maquinaria y materia prima recibido en el marco del proyecto VIVAS: Visibles, Valientes, Autónomas y Seguras, implementado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y financiado por la Embajada de Suecia en Colombia, Hilos de Paz se ha consolidado como una oportunidad de autonomía económica para las mujeres y, con ello, ha contribuido a romper los ciclos de violencia a los que están expuestas al depender económicamente de otras personas. 

Lo anterior, no solo por las ganancias que genera, sino también porque parte de estas han sido utilizadas para construir un espacio de cuidado para la primera infancia, lo que les ha permitido a las mujeres participar de otras actividades, tanto políticas como económicas, mientras otras compañeras cuidan a sus hijos e hijas. 

Este proyecto de modistería –que surgió en 2020 tras compartir conocimientos empíricos y poner sobre la mesa las habilidades de las participantes– está compuesto por las integrantes de la Asociación de Mujeres Emprendedoras por la Paz y ha sido fundamental en el proceso de empoderamiento de mujeres dentro del Centro Poblado y la comunidad aledaña. “Ellas están presentes en todo el proceso (...) Reconocen que esta es una iniciativa de y para ellas, lo que les ha permitido fortalecer los liderazgos. Esa ha sido su mayor transformación”, afirma Fara Muñoz, facilitadora del proyecto VIVAS. 

_{Fotos autoría del Centro Poblado Georgina Ortiz} 

Natalia Rivera, mujer que adelanta su proceso de reincorporación en Vista Hermosa, ha sido una de las precursoras de esta iniciativa. Actualmente estudia Mercadeo y Publicidad, pues busca profundizar sus conocimientos empíricos en comunicaciones, y aplicarlos a Hilos de Paz para aumentar la visibilidad del emprendimiento. Además de transmitir que son mujeres poderosas y constructoras de paz, ella explica que el proyecto de modistería les ha generado “seguridad en ellas mismas, autonomía económica y, por supuesto, ha aumentado su participación y decisión en distintos espacios”, indica. 

Las mujeres de Hilos de Paz, que durante estos dos años han hecho de los instrumentos de costura sus nuevas herramientas de reconciliación, anhelan poder ofrecer sus prendas a todas las mujeres del país, a través de nuevos canales de comercialización físicos y digitales. De esta manera, ellas seguirán tejiendo el cambio para construir una sociedad pacífica.

Esta iniciativa productiva hace parte de la línea de empoderamiento económico de VIVAS, un proyecto que inició en 2019 y que busca contribuir a la reincorporación integral y a la autonomía política, social, y económica de mujeres excombatientes desde un enfoque de prevención de violencias basadas en género (VBG) en ocho territorios del país. 

Conoce las prendas de Hilos de Paz en la página de Facebook Centro Poblado Georgina Ortiz y de Instagram Centro Poblado Georgina Ortiz