Comunicado
Local

Mujeres que construyen paz desde el proyecto Unidos

En el mes de la mujer, destacamos las historias de vida de tres participantes del proyecto UNIDOS (liderado por la Dirección de Carabineros de la Policía Nacional, financiado por INL e implementado por la Organización Internacional para las Migraciones OIM) que, desde diversos lugares del país, trabajan para la construcción de una sociedad más justa e igualitaria.

El proyecto UNIDOS busca construir confianza entre las comunidades más afectadas por el conflicto armado y la Policía Nacional, para mejorar la seguridad y la convivencia. Así mismo, entiende el papel protagónico que ejercen las mujeres en los procesos de construcción de paz y de prevención de la violencia territorial.

La unión entre lideresas y autoridades es primordial para el ejercicio y goce efectivo de los derechos de las mujeres. Por lo que, durante el mes de marzo en el marco del proyecto, se han realizado diversas actividades de reconocimiento a las protagonistas de estas historias, que buscan activamente el acceso a garantías en sus derechos;  y de difusión de las rutas de atención y prevención  para denunciar las violencias de género (VBG) en los territorios priorizados de Antioquia, Guaviare, Nariño y Caquetá. 

 

María Hermilda Cuello Muñoz

Mientras es entrevistada para esta nota, María Hermelina, más conocida como Nai, recibe una llamada de la Alcaldía de Caucasia. Está haciendo gestiones con el fin de conseguir mercado y ofrecerlo a los policías que cuidan su territorio, el corregimiento de Cuturú, en Caucasia, Antioquia. Hay paro minero en el Bajo Cauca y trasladarse para comprar víveres significa un gran riesgo para los miembros de la Institución, así que Nai está reuniendo alimentos con sus vecinos y está gestionando más con las autoridades locales y con las iglesias cristianas de la región. “La necesidad de ellos es la necesidad de un pueblo. Si ellos nos brindan seguridad ¿cómo no vamos a ayudarlos?”, dice.

Nai nació en este corregimiento al que llama su ‘paraíso’. El amor por este lugar, que ha sido fuertemente castigado por los grupos armados al margen de la ley, la convirtió en lideresa, como ella misma explica: “Nunca he querido moverme de acá, y eso hace que siempre esté buscando una vida sostenible y digna para esta tierra”. 

Además de pertenecer a la Junta de Acción Comunal de Cuturú, Nai ha trabajado con la Pastoral Social y en el Consejo Comunitario de su municipio, y desde estas instancias ha sacado adelante importantes proyectos para su comunidad.

Esto ha hecho que sus vecinos y conocidos, reconozcan la importancia de las mujeres lideresas, en medio de las costumbres machistas de la región. De diversas maneras, Nai trabaja por las mujeres de Cuturú, ayuda en la prevención del embarazo adolescente, les dice a las niñas y jóvenes de su barrio que ellas tienen múltiples oportunidades para crear un futuro próspero y de bienestar, no es necesario adelantar la maternidad; y está atenta a ayudar en los casos de violencia sexual y violencia intrafamiliar que se presentan, pero reconoce que para solucionar esto, las mujeres necesitan de la protección efectiva por parte de la Policía. 

“Antes acá había mucha resistencia hacia la Policía, pero la necesidad de tener seguridad nos hizo romper esta barrera, y ahora valoramos mucho que ellos estén acá. Para nosotros, la Policía es sinónimo de esperanza de que Cuturú vuelva a tener paz”.

 

Jaqueline González, en Florencia, Caquetá

Jaqueline González fue desplazada de Cartagena del Chairá, en Caquetá. Siendo apenas una niña, llegó a Florencia a trabajar como empleada doméstica para ayudar a sus padres con el sostenimiento de sus hermanos más pequeños. A punta de trabajo duro ayudó a sacar a su familia materna y a sus hijos adelante.

Hoy tiene una tienda donde recibe a los turistas que van a bañarse en la quebrada La Yuca, en la vereda Damas Abajo del corregimiento de Santo Domingo, en Florencia, donde además es edil y lideresa desde hace ocho años. “Empecé después de que mi hijo se enfermó y me toco llevármelo para Bogotá. Nos la pasábamos entre un hospital y un albergue. Ahí conocí mucha gente con muchas necesidades y me di cuenta de que yo los podía ayudar, yo quería mostrarles lo que había averiguado, sobre dónde quedarse o sobre cómo conseguir que les autorizaran tratamientos. Ahí me di cuenta de que yo podía ayudar a mi comunidad”.

Como lideresa, Jaqueline construye paz buscando solucionar los problemas de su vereda, gestionando la reparación del puente que usan las niñas y niños para ir a estudiar, además apoya actividades que ayuden a prevenir la violencia contra las mujeres de su vereda. El proyecto UNIDOS le ha permitido encontrar apoyo la tarea de dar a conocer las rutas de prevención y atención de casos de VBG. 

 

Mayor Elizabeth Marinela Erazo Benavides

Desde su cargo como Jefe de prevención y participación ciudadana en el DENAR (Departamento de Policía de Nariño) y responsable de la estrategia Mujer, Familia y Género, la mayor Elizabeth Erazo es una gran aliada para garantizar a las mujeres una vida libre de todo tipo de violencias. 

Esta oriunda de Pasto, psicóloga y madre de dos hijos, hoy coordina visitas a mujeres que tienen medidas de protección por violencia intrafamiliar, verificando que estén seguras y lejos de los victimarios. "Queremos que las mujeres sepan que la violencia intrafamiliar no es un delito conciliable, que tiene prisión y que no se puede tolerar. Las invitamos a denunciar", afirma.

 Le preocupa el aumento de este delito y de la violencia sexual en Tumaco, uno de los municipios donde se está desarrollando el proyecto UNIDOS, y donde su equipo está trabajando en varias estrategias de prevención, promoviendo la denuncia, difundiendo la ruta de atención a estos casos y la consulta a la línea telefónica 155. Esta línea fue creada por la Policía Nacional para mitigar la violencia de género y funciona en todo el país las 24 horas del día.

Finalmente, la mayor Erazo reconoce que para acabar con las violencias contra las mujeres la Policía Nacional no puede trabajar sola, requiere que distintos actores de la sociedad se involucren, por ejemplo, creando más oportunidades de emprendimiento para ellas, ya que las mujeres muchas veces toleran el maltrato por depender económicamente de la persona que las agrede.  Asimismo, valora el papel que mujeres como Nai y Jaqueline cumplen en los territorios: “Queremos que las mujeres confíen en la Policía, necesitamos articularnos, sé que juntas podemos hacer mucho”, afirma.

SDG 10 - REDUCCIÓN DE LAS DESIGUALDADES
SDG 17 - ALIANZA PARA LOGRAR LOS OBJETIVOS