A través del proyecto para el desarrollo de la primera infancia en contextos migratorios, y con el apoyo clave del sector privado, espacios protectores en  Bogotá, Barranquilla, Soledad y Valledupar fortalecieron sus capacidades de atención a esta población y a sus familias. 

Bogotá, febrero de 2023. Promover infancias felices, en las que niños y niñas refugiados y migrantes, así como de las comunidades de acogida, puedan crecer sanos y seguros es el primer paso para una migración humana y regular. Por eso, de la mano de instituciones, familias y cuidadores, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Fundación Bernard van Leer lideraron en Bogotá, Barranquilla, Soledad y Valledupar un proyecto para fortalecer los espacios protectores priorizados y las capacidades de atención a la primera infancia en contextos migratorios.

Esta iniciativa, que empezó en febrero de 2022, permitió mejorar la infraestructura de cuatro locaciones, capacitar técnicamente a su personal, y trabajar directamente con 520 madres, padres y cuidadores para promover los derechos de la niñez, la crianza positiva y fortalecer el vínculo familiar. Después de un año de implementación y diferentes encuentros formativos con autoridades locales y nacionales, hoy estas ciudades cuentan con nuevos y mejorados espacios protectores adaptados a las necesidades de niños y niñas de 0 a 5 años, y con 281 profesionales fortalecidos en materia de atención a la niñez refugiada y migrante, y sus familias. 

“Desde el apoyo que recibimos trabajamos con psicólogos, trabajadores sociales, y adecuamos escenarios para el cuidado a la primera infancia. Los padres saben que aquí sus hijos e hijas están seguros, están bien alimentados, aprenden, juegan y están bien cuidados” afirma Adela Rodríguez, lideresa de la fundación Semillitas en Patio Bonito, Bogotá, uno de los espacios que fueron fortalecidos en el marco del proyecto.

Además de estos esfuerzos, y a través de la articulación con más de 40 organizaciones aliadas, este proyecto también permitió extender la atención a más de 600 beneficiarios, entre padres, madres, cuidadores, niños y niñas, por medio  de la  participación en ferias de servicios. En esos escenarios, las familias refugiadas, migrantes y de las comunidades de acogida accedieron a servicios de salud como vacunación, medicina general, odontología, estimulación temprana y planificación familiar, así como orientación del  proceso de regularización en Colombia.

Este proyecto fue posible gracias al apoyo técnico y financiero de la Fundación Bernard van Leer, una organización holandesa independiente que trabaja a nivel internacional para garantizar que los bebés y niños pequeños tengan un buen comienzo en la vida. De esta manera, de la mano de esta organización, la OIM reafirmó su experiencia en la promoción y garantía de los derechos de la niñez, y el papel clave que juega el sector privado para lograrlo.

Estas acciones se enmarcan en el mandato de la OIM para desplegar esfuerzos de estabilización comunitaria y consolidación de la paz, y responde a la estrategia de relacionamiento con el sector privado, al que reconoce como socio importante  para el desarrollo de alianzas en beneficio de las comunidades con mayores condiciones de vulnerabilidad.