La comunidad indígena del resguardo Chachajo se encuentra ubicada sobre el río San Juan a algo más de 20 minutos en lancha del puerto de Buenaventura, en el Valle del Cauca. Hasta allí llega el programa IRACA® de Prosperidad Social, el cual cuenta con recursos del Programa Inclusión para la Paz (IPA), de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), implementado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

 

Nury Cuero, quien preferiblemente habla en Wounaan, la lengua ancestral de su comunidad y es una de las lideresas indígenas del resguardo Chachajo cuenta, “Tengo 29 años y soy madre de tres hijos. Soy ama de casa y, además de dedicarme a la agricultura, soy artesana. Desde muy niña con mis hermanas nos dedicamos a tejer la palma de werregue.”

 

Nury hace parte del grupo de familias beneficiadas por IRACA®, quienes buscan preservar las tradiciones culturales a través del fortalecimiento y potencialización de las diversas habilidades presentes en el resguardo, como el tejido y creación de artesanías, que aportan al sustento familiar, el desarrollo económico colectivo, la preservación de la cultura y el reconocimiento del valor histórico y tradicional de esta comunidad étnica. 

 

Aunque no olvida las constantes épocas de desplazamiento a causa de la violencia y las afecciones personales y familiares que está ha traído, dice con firmeza “(…) pero yo sé que como pueblo indígena desde nuestros ancestros nos esforzamos por resistir y proteger nuestro territorio. Por eso, pese a las dificultades y peligro volvimos a nuestra comunidad.”

 

El dato: De la palma de werregue proviene el material de trabajo para la creación de artesanías como canastos, jarrones, sombreros y accesorios, los cuales pueden tardar más 40 días de elaboración.