La OIM Colombia, en coordinación con La Corporación de Profesionales para el Desarrollo Integral, Comunitario- CORPRODINCO y el apoyo financiero del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de Corea del Sur – MOFA, acompañaron el proceso de formación de líderes y lideresas en La Comuna 14 de Morrorico, en la ciudad de Bucaramanga, un ejemplo de integración entre nacionales venezolanos y colombianos.

Gracias al apoyo financiero del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de Corea del Sur – MOFA y la articulación de la OIM y CORPRODINCO, cerca de 80 personas beneficiarias participaron de la iniciativa “Comunidades con Oportunidades de Desarrollo Local Sostenible y en Paz”. Un proyecto enfocado en el desarrollo de procesos de inclusión social de la población refugiada y migrante proveniente de Venezuela y colombianos retornados, en las comunidades de acogida de la capital del departamento de Santander.

A través de la creación de grupos focales, los residentes de once barrios de La Comuna de Morrorico crearon mecanismos de consenso comunitario, donde el diálogo y la participación fueron piezas clave para abordar temas relacionados como: la renovación de las zonas comunitarias, incluyendo parques, calles y espacios de trabajo para la Junta de Acción Comunal, pero también espacios de integración para fomentar el emprendimiento y recreación en la zona.

El proyecto contó con la participación de 80 hombres y mujeres nacionales venezolanos, retornados colombianos y pertenecientes a la comunidad de acogida, además de 600 beneficiarios indirectos quienes apoyaron la conformación de distintos comités; enfocados en áreas de interés común como la convivencia, el medio ambiente y la participación deportiva.

La señora Gloria Inés Portilla, líder de la Junta de Acción Comunal de Morrorico, destacó el impacto de la iniciativa, particularmente en el resultado de la integración binacional: 
“El proyecto nos ayudó mucho, ya que entre venezolanos y colombianos nos colaboramos mucho, por ejemplo, creando los murales (…) nuestra idea es que haya más unión, más empleo para colombianos y venezolanos y sobre todo ayuda para el barrio”.

Durante el periodo de ejecución del proyecto, fueron desarrolladas varias acciones conjuntas entre las que se destacan la creación de una estrategia de comunicación que sensibilizó a la población residente sobre la protección y preservación del medio ambiente, a través de carteles que invitaban al reciclaje y aseo de las zonas peatonales del barrio. En este componente de medio ambiente los participantes de la iniciativa realizaron jornadas de limpieza y embellecimiento de gradas y escaleras en los barrios que conforman la comuna.

Igualmente, el proyecto contempló, en su componente de convivencia, la adecuación y mantenimiento de baños y espacios físicos de los salones comunales de los barrios Miraflores, Albania y El Retiro, además de la dotación de inmobiliario de las Juntas de Acción Comunal del barrio Venado de Oro. Asimismo, la entrega de cinco carpas pequeñas para exteriores, cincuenta sillas, cinco mesas, un sonido y micrófono, que quedaron como dotación para las actividades culturales que sean programadas por la comunidad en el Parque de Morrorico.

Un componente que se destacó en el marco de la iniciativa fue la dotación de instrumentos musicales para niños, niñas y jóvenes de la comuna. Dichos procesos formativos fueron acompañados por la Escuela Municipal de Arte - EMA del Municipio de Bucaramanga.

Aderiber, nacional venezolana, quien lleva cuatro años viviendo en la comuna de Morrorico destaca la importancia de este tipo de iniciativas en el sector: “Yo me enteré de la iniciativa a través de la Junta de Acción Comunal. Me inscribí por salir de la monotonía, ya que pasaba mucho tiempo encerrada, no conocía a nadie por temor que me pasara algo (…) al principio nos preguntaron cuáles eran nuestras necesidades y luego realizamos el taller de liderazgo (…) con el tiempo trabajamos en el embellecimiento de varias zonas. Ahora muchas personas me conocen, para mí es muy importante porque me siento parte de la comunidad".

El proyecto fue una oportunidad para fomentar procesos de integración binacional. Las jornadas de limpieza, los torneos deportivos y la recuperación de los espacios comunitarios contribuyeron en el bienestar colectivo de la comunidad. La ciudad de Bucaramanga ha sido ejemplo de inclusión, en el territorio nacional. El compromiso de la OIM y de sus socios de la cooperación, así como las organizaciones de base es seguir facilitando el acceso a derechos de la población refugiada y migrante, además de dignificar la vida de las poblaciones focalizadas.