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LA COMADRE, EXPOSICIÓN CONTRA EL OLVIDO Y LA IMPUNIDAD

LA COMADRE, EXPOSICIÓN CONTRA EL OLVIDO Y LA IMPUNIDAD

Como apuesta contra el olvido y la impunidad, el colectivo de mujeres “La Comadre”, que hace parte de la Asociación Colombiana de Afrocolombianos Desplazados  (AFRODES); el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación; y el Programa de Fortalecimiento Institucional para las Víctimas de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), implementado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM); presentan la exposición virtual: “LA COMADRE: AFECTACIONES, RESISTENCIA, RESILIENCIA”. Visítela acá

La exposición hace parte de un proceso de investigación colectiva realizado en Guapi (Cauca), Arboretes (Antioquia), Cartagena (Bolívar), Quibdó y Riosucio (Chocó), Riohacha (La Guajira), Cali y Buenaventura (Valle del Cauca), Tumaco (Nariño), Bogotá D.C y Soacha (Cundinamarca) donde se documentaron los daños, afectaciones, resistencia y resiliencia colectivas de las mujeres afrodescendientes en estas regiones, con el fin de entregar un informe desde la sociedad civil a la Comisión de la Verdad. El informe fue entregado en el mes de abril de 2020.

La exposición y el informe son parte de un ejercicio participativo en busca del esclarecimiento de la verdad, el reconocimiento de daños e impactos causados por el conflicto y la necesidad de reparación integral y las garantías de no repetición con enfoque diferencial étnico afrodescendiente, de género y de ciclo de vida.

A partir de las historias y testimonios, que generosamente mujeres y hombres de los diez territorios narraron; y el proceso co-creativo acompañado por el artista Andres Novoa, que facilitó la expresión de vivencias, recuerdos y emociones; la LA COMADRE permite adentrarse y conocer el impacto del desplazamiento forzado, la violencia sexual en el marco del conflicto armado y la desaparición forzada, entre otras victimizaciones, en la vida de las mujeres afrodescendientes.

Colores intensos, rostros expresivos y trazos profundos permiten reconocer la intensidad con que el desplazamiento forzado afectó a las mujeres afrodescendientes obligándolas a trasladarse desde la zona rural a los cascos urbanos dejando atrás sus tierras, bienes, animales y cultivos. Desgarradoras imágenes nos recuerdan además, que para muchas mujeres la violencia sexual fue reiterada, pues volvieron a ser victimizadas en los lugares a los que llegaron tras el desplazamiento.

“Es preocupante el número creciente de casos de mujeres afrocolombianas que son abusadas por hombres en hogares que las emplean en el servicio doméstico, especialmente en las grandes ciudades a las que han sido expulsadas”, indica Luz Marina Becerra, Secretaria General de Afrodes y Coordinadora Nacional de LA COMADRE.

Las mujeres que participaron en el proceso de documentación del informe y la exposición construyeron un ejercicio cartográfico para identificar las trayectorias del desplazamiento sufrido y los hechos de violencia vividos, incluyendo las amenazas y el racismo estructural. Sin embargo, al trazar las rutas del desplazamiento, ellas encontraron también senderos y caminos de resistencia y resiliencia: establecieron redes de apoyo y de afecto en los lugares a los que llegaron a partir de su organización y liderazgos.

“Los líderes y lideresas sociales realizan un trabajo de defensa en derechos humanos, acompañan procesos de resiliencia y resistencia y cumplen un papel fundamental para el empoderamiento de la población afrodescendiente entorno a la exigencia y cumplimiento de sus derechos”, agrega Becerra. Por eso, el informe y la exposición son también un acto de reconocimiento, un tributo a esa incansable y peligrosa labor.

El silencio y el miedo también están presentes en la exposición, ya que tal como se pudo constatar en en la investigación, algunas personas prefieren no denunciar la desaparición de sus familiares, ya sea por desconfianza en la justicia ordinaria, temor a las represalias (ya que los responsables de los delitos se encuentran presentes en los territorios);  o por la falta de garantías para la protección. Todo lo cual perpetúa la impunidad.

Un ritual -compuesto por flores, frutas, trajes e instrumentos tradicionales- ubicado como eje de la exposición, nos recuerda que la sanación es fundamental en la ancestralidad que liga al pueblo afrodescendiente. Y para el caso de la mujeres víctimas, dicha sanación se convierte en un acto político que busca reivindicar aspectos culturales afectados durante el conflicto.

“Desde la comprensión afro, no solo se debe intervenir el cuerpo y la mente, sino también el alma, porque en ese acto se posibilitan procesos de sanación para afectaciones que han sido devastadoras en muchos sentidos. Las disciplinas occidentales no necesariamente tienen todos los elementos para asumir ese tipo de horror”, indica Luz Marina.

El recorrido físico por la exposición en las instalaciones del Centro de Memoria, Paz y Reconciliación (CMPR) estará abierto al público tras la apertura de la cuarentena por la vida en Bogotá. 

Descargue el catálogo de la exposición acá.