La violencia contra las mujeres y niñas constituye un obstáculo para el logro de la igualdad, la equidad, el desarrollo y la paz. Con base en esa situación, así como en el reconocimiento de que los derechos humanos de las mujeres y de las niñas son una parte inalienable, integral e indivisible de los derechos humanos universales, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió declarar, en 1999, el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

La violencia contra la mujer se refiere a “todo acto de violencia que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o sicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada”, de acuerdo con la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, emitida por la Asamblea General de la ONU en 1993.

En este contexto, y buscando generar conciencia colectiva e incrementar la voluntad política y los recursos asignados para prevenir, responder y sancionar la violencia contra las mujeres, el Secretario General de la ONU ha liderado, desde 2008, la campaña ÚNETE, una iniciativa de sensibilización e incidencia. Así mismo, este día marca el inicio de una serie de actividades, enmarcadas en 16 días de activismo contra las violencias basadas en género, que buscan intensificar acciones para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas en todo el mundo. Lo anterior bajo cuatro iniciativas, como lo señala la campaña:

• Financiar, acciones de respuesta y asegurar un paquete mínimo de servicios esenciales.
• Prevenir, movilizar acciones de tolerancia cero hacia la violencia basada en género.
• Responder, adoptando medidas explícitas para que los servicios para sobrevivientes de violencia se mantengan como esenciales.
• Recopilar, recolectar datos para la mejora de servicios y programas de violencia de género.

Dicho esto, desde la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) nos sumamos a la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y a la campaña ÚNETE, reafirmando nuestro compromiso de continuar trabajando por la eliminación de las desigualdades y brechas de género existentes, así como en la promoción de acciones encaminadas a eliminar las violencias que viven las niñas y mujeres en contextos migratorios, así como en escenarios de construcción de paz.

Violencia contra las mujeres y niñas durante el Covid-19

Con la llegada del Covid-19 al mundo, las medidas de confinamiento adoptadas por los gobiernos, así como con las dificultades de acceso a servicios esenciales de las personas en este contexto, se han incrementado de forma alarmante la violencia contra las mujeres. Entre el 25 marzo y el 13 de octubre de 2020 (durante el aislamiento preventivo declarado por el Gobierno Nacional), el Instituto Nacional de Medicina Legal reportó que 453 mujeres fueron asesinadas en Colombia.

“La crisis ha venido acompañada de un repunte de las denuncias de violencia doméstica, precisamente en un momento en que los servicios, como las fuerzas del orden, los servicios sanitarios y los albergues, se están desviando para hacer frente a la pandemia”, declaró el Secretario General de las Naciones Unidas en el informe Responsabilidad compartida, solidaridad mundial: Responder ante las repercusiones socioeconómicas de la enfermedad por coronavirus de 2019.  Y en Colombia, por ejemplo, se ha presentado un aumento del 99.1% en el número de llamadas a la Línea de Orientación a Mujeres Víctimas de Violencia (de 11.915 llamadas en 2019 pasó a 23.723 en 2020).

Violencia de género en mujeres y niñas migrantes

Las mujeres y niñas migrantes en condición irregular están expuestas a fuertes riesgos de violencia y trata de personas. Incluso, viven una doble afectación frente a la violencia que pueden experimentar en los contextos migratorios. En primer lugar, debido a las desigualdades y brechas de género existentes tanto en socie­dades de origen como de destino. Y, en segundo lugar, por su condición de migrantes, pues el riesgo de sufrir cualquier acción de violencia y/o discriminación en razón de su género, se incrementa a raíz de factores como su estatus migratorio, edad, clase social, nacionalidad y/o etnia.

Otros factores que influyen en las Violencias Basadas en Género, de las que son víctimas las mujeres y niñas en contextos migratorios, son la precariedad y extensión de los recorridos, la fragmentación familiar, la presencia de menores de edad no acompañados, la pérdida de vínculos afectivos y de protección durante el camino, el sexo por supervivencia, el hacinamiento en casas de hospedaje durante el tránsito y aún en el destino, su condición de irregularidad migratoria debido a la falta de documentos de identidad para acceder al territorio o a permisos laborales, entre muchos otros.

Mujeres víctimas de trata de personas en Colombia

Las cifras sobre la trata de personas en Colombia reflejan que las víctimas de este delito son principalmente mujeres. De acuerdo con el Ministerio del Interior, a corte de 31 de octubre del 2020, el 83% de las víctimas de los casos reportados sobre trata de personas son mujeres. Por otra parte, la explotación sexual representa el 60% de los casos reportados, donde las mujeres, en su mayoría, son las principales víctimas de este delito.

Actividades programadas

Conozca las actividades programadas y apoyadas por la OIM Colombia, en el marco de la conmemoración del 25 de noviembre y los 16 días de activismo 2020:

• 25 de noviembre: Foro virtual “VISIBLES, VALIENTES, AUTÓNOMAS Y SEGURAS – VIVAS: Aportes de las mujeres en proceso de reincorporación a la prevención y eliminación de la violencia contra las mujeres”. Transmisión por Facebook de Pacifista.

• 25-26-27 de noviembre: Segundo Congreso de Género en el Servicio Policial.