Terminó la primera fase del proyecto Empoderamiento de comunidades para el cierre de la brecha digital del Programa Hilando Vidas y Esperanza (WLH) de USAID, implementado por OIM.

54 jóvenes de las tres regiones priorizadas por WLH se convirtieron en embajadores SOLE para promover el uso de las nuevas tecnologías de manera autónoma e inteligente, como una herramienta de construcción de paz y desarrollo territorial.

Después de casi ocho meses de acompañamiento a más de 50 jóvenes embajadores en 15 municipios de Colombia, llegó a su fin la primera fase del proyecto Empoderamiento de comunidades para el cierre de la brecha digital del Programa Hilando Vidas y Esperanza (WLH por sus siglas en inglés). En estos meses de trabajo, WLH, un Programa financiado por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) e implementado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), trabajó en fortalecer las capacidades digitales de los embajadores de estos 15 territorios.

En alianza con la organización SOLE Colombia, la metodología del proyecto de empoderamiento consistió en un modelo de formación para el impulso de Ambientes de Aprendizaje Auto-Organizado -SOLES, por sus siglas en inglés (Self-Organised Learning Environments). Cada comunidad eligió voluntariamente a los participantes y el Programa WLH dotó a la mayoría de las comunidades con computadores.

La iniciativa tuvo tres etapas: en marzo, cuando se puso en marcha, se realizaron los primeros Talleres de Inspiración para que después los embajadores pudieran replicar estos espacios de manera autónoma en cada una de sus veredas. En agosto, estos jóvenes líderes viajaron a encontrarse con los otros embajadores SOLE de su región en encuentros denominados Recarga Tu SOLE, donde intercambiaron experiencias y lecciones aprendidas. Y, finalmente, en octubre se llevó a cabo el cierre de esta primera etapa del proyecto con encuentros denominados Festivales SOLE, un espacio creado por los mismos embajadores para reconocer y hacer visible su labor.

Cada Festival reunió aproximadamente 20 personas en diferentes espacios comunitarios como salones de escuelas, kioscos o aulas digitales. Allí, se organizaron tres estaciones, todas dotadas con computadores: la Estación SOLE, La Comunidad y La nube de abuelitas.

La Estación SOLE replicaba la metodología de estos espacios que se guían por una pregunta formulada por los mismos asistentes. En los Festivales, los embajadores propusieron preguntas muy interesantes que mostraron sus intereses y el poder de su liderazgo para hacer que su comunidad aprenda y tenga elementos para tomar decisiones de su propio futuro. Algunas de los cuestionamientos que surgieron fueron: ¿cómo hacen las abejas sus panales?, ¿cómo promocionar productos gastronómicos por internet?, ¿cómo sanar la tierra destruida por la minería? ¿cómo mejorar la salud mental? ¿cómo convive la minería con el medio ambiente? 

En la estación de La Comunidad, los participantes pudieron crear una página web, por medio de una herramienta sencilla, para mostrar los elementos más representativos de sus veredas. En esta serie de “blogs” que resultaron de la actividad, pusieron en palabras e imágenes su propia historia en un ejercicio colaborativo que se alimentaba conforme a los asistentes rotaban de estación a estación. 

Y, finalmente, en la estación de La Nube de Abuelitas la comunidad se conectó remotamente con personas en Chile, España y México y otras regiones de Colombia como Vichada, La Guajira y Caldas. Aquí, los asistentes del Festival Sole conversaban entre ellos sobre sus propios territorios y aprendizajes. 

En 2023, el Programa WLH volverá a realizar este proyecto con otras 15 comunidades de las regiones de Los Montes de María, el Bajo Cauca y Nordeste Antioqueño, y el Pacífico Medio, Alto Patía y Norte del Cauca. El Programa WLH seguirá aportando en el fortalecimiento de las capacidades de la juventud rural, sobreviviente del conflicto armado en Colombia, para cerrar la brecha digital por medio del uso autónomo de las nuevas tecnologías.