Las personas participantes en los dos Entornos Productivos que se desarrollaron en la Granja Los Pinos, perteneciente a la Fundación Niños de la Esperanza, llegaron a Albania, provenientes de 16 departamentos del país. Esta es la segunda promoción de excombatientes capacitados en diversas competencias para realizar labores agrícolas y pecuarias, sostenibles con el medio ambiente.

Durante el acto de cierre y graduación de los entornos los alumnos recibieron por parte del Sena, dos certificaciones. La primera de ellas, en Producción Agropecuaria para la Soberanía Alimentaria y la segunda, en Emprendimiento Empresarial. Adicionalmente, un grupo de 20 alumnos se diplomó en Ganadería y Especies Menores, y otros 19 estudiantes, en Prácticas Agrícolas.

“Esto genera un impacto muy positivo para las personas y las comunidades, porque desarrolló habilidades y competencias para los participantes a corto plazo, que les permitirán mejorar su proyecto de vida en la legalidad”, sostuvo Ronald García, coordinador del Grupo Territorial Santander de la ARN, sobre la trascendencia que tiene este tipo de formación.
 

Un nuevo bachiller

Durante cerca de tres meses, las personas en reintegración pudieron avanzar en sus ciclos de formación en básica primaria y secundaria. Fue así, como Luis Carlos Pestana, de 43 años, pudo terminar su bachillerato, y hoy asegura, “me permitirá cumplir un requisito importante para conseguir trabajo y enseñarle a mi hijo”.

Del total de los excombatientes, cuatro (4) adelantaron ciclos de educación en primaria y 24 en secundaria, guiados por los docentes del Instituto Integrado de Comercio El Hatillo, con el Modelo de Educación y Formación para la Reintegración (MEFR), el cual está avalado por el Ministerio de Educación Nacional.
 

Miguel Ángel, un ejemplo exitoso de los entornos

En esta ocasión, los entornos productivos en Albania, tuvieron una historia a destacar, que demostró la importancia de estos ciclos de formación. Miguel Ángel Zamora, de 27 años, pasó de exintegrante de un grupo armado ilegal, a alumno del Entorno Productivo en el 2018, y este año, a formar parte del equipo de trabajo de la Granja Los Pinos, apoyando a los nuevos excombatientes en el aprendizaje de técnicas de producción agropecuaria.

“Yo salí del Entorno el 14 de diciembre del 2018, fui a visitar a mi familia y sin esperarlo recibí una llamada del coordinador de La Granja, me dijeron que si quería venir a trabajar, y de acuerdo a la experiencia tan bonita que tuve anteriormente, me vine para acá a apoyar los profesores”, señaló orgulloso Miguel Ángel.
 

Respaldo de representantes de empresas y entidades

Un grupo de empresarios y delegados de entidades, que visitó el entorno, evidenció lo aprendizajes de los excombatientes en este modelo. Ana Lucía Jiménez, directora de Rendimiento Social de la Corporación Mundial de la Mujer, señaló sobre el particular: “Me pareció maravilloso. Además de hacer un acompañamiento en lo psicosocial y familiar, se le está dando un enfoque productivo, y nosotros pensamos que si ellos logran ingresos sostenibles para sus familias no reincidirán en la ilegalidad”.

Esta iniciativa es importante porque aporta a la generación de oportunidades para las personas que hicieron parte de un grupo armado ilegal. También vincula a las comunidades que los acogen, y promueve escenarios para la construcción de paz.