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Empleo rural: una oportunidad de aprender entre pares

Empleo rural: una oportunidad de aprender entre pares

Seis organizaciones de víctimas de diferentes zonas rurales del país se reunieron a principio de este año, en Belén de Umbría, para aprender cómo gerenciar empresas rurales. Durante la jornada, los participantes comprendieron que con su experiencia, resiliencia, asociatividad, trabajo en equipo y compromiso es posible lograr estabilización socio-económica, empleo rural y con ello, el sueño de ser felices en el campo.

“Yo siempre pienso y digo que yo vivo enamorada del campo. Si a mí me tocara vivir en la ciudad, sería mi acabose (…). Yo siempre agradezco a Dios porque yo me levanto, veo a mi alrededor árboles, pajaritos y digo: esto es el paraíso”, cuenta Olga una participante de Nariño.

Belén de Umbría es reconocida como la capital de la asociatividad. Por eso, fue el lugar elegido para realizar la formación. En este municipio, incrustado en las montañas de Risaralda, nació Territorio de Aprendizaje, una asociación de segundo nivel experta en gerencia rural. La organización diseñó un modelo liderado por campesinos y campesinas, y reconocido a nivel nacional e internacional, donde los participantes enseñan a otros, desde su propia experiencia, cómo consolidar sus empresas rurales.

Durante el encuentro, los participantes pudieron inspirarse, escuchar y aprender no sólo en las sesiones de cátedra con Territorio Aprendizaje y del equipo del Programa de Fortalecimiento Institucional para las Víctimas, sino de otras organizaciones campesinas de la zona. Visitaron exitosas empresas rurales de piscicultura, café, plátano y mora, entre otras, llevándose ideas para aplicar en sus territorios. Como resultado, cada organización fortaleció su visión y diseño un plan de innovación a corto, mediano y largo plazo.

La importancia del trabajo de las mujeres en el campo y la experiencia de asociaciones de mujeres rurales también fueron visibles. Las representantes de GRASMER compartieron sus vivencias rompiendo paradigmas de género en Caquetá: “Al principio nos decían esas mujeres qué van a ser capaces. Pero la verdad, ellos están mirando que sí somos capaces porque han visto que hemos sacado vainas adelante. Ahora dicen que estamos empoderadas, que vamos a salir adelante”, cuenta Lesdy, una de las mujeres asociadas.

“Como no teníamos un empleo, por el perfil que nosotros teníamos, que era de agricultura, entonces nos metemos en eso. Es así como 26 personas empezamos esa travesía, esa aventura de meternos en asociatividad, en una empresa. No teníamos mucho conocimiento de lo que era una empresa, pero empezamos de cero”, relata Orlando de ARPASINÚ.

Cerrar la brecha de acceso al empleo por parte de las víctimas del conflicto pasa por afrontar el reto de fortalecer el empleo rural. Por eso el Programa de Fortalecimiento Institucional para las Víctimas de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) implementado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), desarrolló esta actividad como parte del proyecto “Estrategias e insumos para la estabilización socioeconómica de las víctimas”, mediante el cual se entregarán recomendaciones sobre el tema.

Alrededor de 30 personas de Antioquia, Caquetá, Nariño, Chocó, Córdoba y Cauca asistieron a la Capacitación sobre Gestión de Microempresas Rurales en representación de sus organizaciones. Estas eran la Cooperativa de Productores de Aceites del Chocó (COPROACHO), dedicada a la fabricación de aceite de palma de mil pesos; la Asociación Agropecuaria San Francisco de Cruz de Amarillo, dedicada a la comercialización de lácteos en Nariño; la Asociación de Productores de Queso del Municipio de Anorí (ASPROQUEMA); la Asociación de Mujeres Emprendedoras de Santa Catalina (ASOMESC) de Buenos Aires, Cauca, dedicada la producción de piña; el Grupo Asociativo de Mujeres Emprendedoras Rurales de Roncesvalles (GRASMER) de Caquetá, que trabajan con frutos amazónicos y con el procesamiento de lácteos; y la Asociación Regional de Platanicultores del Alto Sinu (ARPASINU) de Tierra Alta, Córdoba.