El Fondo Inclusión para la Paz (Fondo IPA), es un fondo especial de financiación de Educación Superior, que apoya la permanencia durante el proceso de formación universitaria de jóvenes mujeres y hombres indígenas y afrocolombianos de 21 municipios del país. El Fondo IPA fue creado por el Programa Inclusión para la Paz (IPA) de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) implementado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Ha transformado la vida de (133) estudiantes pertenecientes a comunidades étnicas. Te invitamos a conocer algunas de sus experiencias a continuación.

Gracias a una alianza entre OIM y la Universidad de La Salle, 6 estudiantes de Chocó y La Guajira han sido seleccionados para el proyecto Utopía de formación en Ingeniería Agronómica de esta universidad. Alejandro José González, es uno de ellos y como indígena del pueblo Wayúu de la Alta Extrema Guajira, considera que pertenecer al Fondo IPA le ha permitido formarse – aun teniendo retos frente al aprendizaje en una lengua diferente a la propia- para continuar con su sueño de impulsar las prácticas y los productos de los agricultores de su territorio. Además, para crear una escuela o espacio de enseñanza propia para niños y jóvenes de su departamento. A sus 20 años Alejandro José está cursando el segundo año de la carrera en el campus rural de El Yopal, Casanare, y nos cuenta que las enseñanzas que le han brindado sus profesores y compañeros le han permitido aumentar su liderazgo desde el orgullo por su tradición y costumbres.

El Fondo IPA busca responder a las barreras de acceso, permanencia y graduación que enfrentan los jóvenes indígenas y afrocolombianos. Un ejemplo de ello es la baja participación de estudiantes indígenas y afrocolombianos en el programa Ser Pilo Paga SPP del anterior gobierno nacional: de los 10.000 estudiantes beneficiarios de cada una de las convocatorias SPP 2 (2015) y SPP3 (2016), solo 72 y 92 son indígenas. Por otra parte, el MEN no tiene registro de la población afrocolombiana, pero en Chocó con el 1% de la población nacional (89% de población afro), los beneficiarios corresponden apenas del 0.1% del programa.

Frente a esta situación, desde el fondo se busca impulsar a las y los estudiantes de las regiones étnicas del país, como María Teresa Carabali, una joven afrocolombiana de 31 años que nació en Santander de Quilichao (Valle del Cauca) y es hoy Master en Derecho Público gracias al apoyo del Fondo; ella destaca que dentro de los logros de los que se siente orgullosa está el haber podido terminar sus estudios, y el poder actualmente ejercer su vocación trabajando en el Programa de Justicia para una Paz Sostenible de USAID, implementado por Chemonics International. Un espacio laboral desde el que se proyecta en el ejercicio de la función pública buscando el fortalecimiento de las relaciones entre la comunidad y las instituciones de la rama judicial. María Teresa pertenece al Consejo Comunitario Zanjón de Garrapatero, desde el que aspira a fortalecer los escenarios judiciales en los territorios de la región Pacífico.

El Fondo IPA en su misión de garantizar la permanencia en educación superior de estudiantes afrocolombianos e indígenas en el Chocó, Guaviare, Valle del Cauca, La Guajira, Cundinamarca, Cauca, Antioquia, Bolívar y Nariño, también se enfoca en que estos(as) puedan acceder al mercado laboral y mejorar su posición social y económica.

De hecho, desde la región Caribe, David Andrés Puello, quien terminó su Maestría en Desarrollo y Ambiente en la Universidad Tecnológica de Bolívar expresa que tiene como propósito plantear y construir proyectos e ideas que ayuden a mejorar las condiciones de vida de su departamento, así como proponer modelos de desarrollo que sean amigables con la naturaleza. Como uno de los líderes de la Asociación Santa Rita para la Educación y Promoción (FUNSAREP), tiene como prioridad incidir en los territorios con mayor desigualdad social en Colombia. 

El Fondo Especial de Educación Superior se continuará impulsando las vidas de jóvenes afrodescendientes e indígenas de las regiones étnicas de Colombia, quienes como Alejandro, María Teresa y David están comprometidos con el desarrollo sostenible, equitativo, innovador y ancestral desde el enfoque diferencial para cada una de sus comunidades y regiones.