• Gracias a la entrega de dotaciones deportivas, una docena de niños, niñas, adolescentes y jóvenes, entre los 8 y 17 años, se reúnen semanalmente para practicar Ultimate, el deporte de la paz.

• La práctica de ese deporte impacta positivamente sus vidas enseñándoles habilidades para la vida y ofrece una alternativa para el uso del tiempo libre, lo que repercute en su salud mental.

Con la entrega de donaciones deportivas, el Programa Hilando Vidas y Esperanza (WLH), de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), implementado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), fortaleció al equipo de Ultimate del corregimiento de La Ceiba en el municipio Chalán, Sucre.  Este apoyo hace parte de la Agenda Cultural 2022 del Programa y busca contribuir al cuidado de la salud mental de niños, niñas, adolescentes y jóvenes y aporta a la construcción de paz de este territorio.

El Frisbee o Ultimate ha empezado a considerarse como el deporte de la paz por la forma de su práctica, ejecución y formación. Su premisa más importante es el respeto mutuo entre los competidores. Juegan dos equipos de siete personas, quienes se disputan el disco volador y así buscan obtener puntos. Al no tener árbitro ni juez, se apela al espíritu del jugador, lo que significa ser transparentes, sinceros y llegar a una conciliación, en caso de ser necesario. Es un juego de destreza en el que no se tiene contacto físico, pero sí es muy importante el respeto y la tolerancia.

La fiebre del Ultimate se viene apoderando de la Casa de la Memoria y Escuela Popular: El Bonche, espacio cultural del municipio de Chalán, congregando, desde hace un año, a jóvenes con ganas de practicarlo. Así nació el equipo Bonche, que obtuvo mención especial por “espíritu de juego” en el último torneo nacional de este deporte en el municipio de San Juan de Sahagún, Córdoba.

“El espíritu de juego se trata de que un equipo sepa manejar los mecanismos para resolver conflictos, es decir, el diálogo, la escucha, la buena comunicación y buen trato, pero sobre todo lo más importante es divertirse y disfrutar”, menciona con una gran sonrisa Neider, capitán del equipo.

Debido al gran interés que niños, niñas, adolescentes y jóvenes de La Ceiba mostraron en aprender este juego de la paz para su tiempo libre, el Programa WLH priorizó esta iniciativa como parte de su Agenda Cultural 2022, realizando la entrega de elementos deportivos. 

Este apoyo permite que 12 participantes, entre los 8 y 17 años, se den cita dos veces por semana en la cancha principal de La Ceiba para practicar este deporte que impacta positivamente en sus vidas y en su salud mental, enseñándoles habilidades para la vida. El aporte de USAID y OIM busca contribuir a que la comunidad de La Ceiba, una de las 15 priorizadas en todo el país, se convierta en un semillero de grandes talentos deportivos. El sueño de Naider, entrenador de Bonche Ultimate, es llegar a conformar un gran equipo municipal que compita en torneos regionales y nacionales.

La Agenda Cultural 2022 de WLH fortalece expresiones y prácticas culturales, recreativas y deportivas en tres regiones del país (Montes de María; Bajo Cauca y Nordeste Antioqueño; y Pacifico Medio, Alto Patía, y Norte del Cauca). Esta Agenda también contribuye a la recuperación de espacios de encuentro comunitario perdidos a causa del conflicto armado y que son claves para fomentar la salud mental y una cultura de paz.