Más de más de tres horas de recorrido les tomó a 97 habitantes de la vereda Llano Grande (Antioquia) para llegar a la vereda San José de Urama. Allí, se sumaron a la comunidad hasta completar 220 niños, líderes sociales y comunidad, que esperaban a los integrantes del Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR), con la logística lista para realizar la primera jugada por la paz, como fue denominado el encuentro de reconciliación. 

El evento comenzó como un espacio pedagógico a través de los conversatorios de reconciliación y los acuerdos de paz, permitiendo el diálogo entre comunidad y personas en proceso de reincorporación. Además, fue la oportunidad para comprender que entre todos se debe aportar a la construcción de una ruta de reconciliación. 

Rigoberto Tuberquia, presidente de la Junta de Acción Comunal del corregimiento San José de Urama aseguró que la actividad generó confianza por la manera que está evolucionando el proceso, el cual representa un desarrollo para las comunidades, "veo mucha entrega por parte de ellos, el pueblo lo ve positivamente", expresó. 

Este espacio tuvo un ambiente de confianza; y, también, se disfrutó de un compartir, presentaciones culturales y deportivas, entre la comunidad de Llano Grande y Urama, fuerza pública y personas en proceso de reincorporación. 

Entre tanto, el presidente de la Junta de Acción Comunal de Llano Grande, Gonzalo Úsuga David, precisó que hace dos años, desde cuando inició el proceso, han trabajado de la mano con instituciones nacionales, internacionales, gobierno y reincorporados. "Es bonito para nosotros estar dando pedagogía de paz, Llano Grande lo consideramos una familia. El proceso de paz nos beneficia a todos en el país, apostarle a la reconciliación es pensar en los niños y jóvenes, que son el futuro", añadió. 

Esta iniciativa comunitaria reconoce que más personas están comprometidas con los procesos de convivencia y construcción de ciudadanía. Aproximadamente 1.100 personas de las veredas Las Cruces y La Balsita, del Corregimiento Camparrusia han participado de estos encuentros. Durante la jornada se entregaron aproximadamente 30 árboles de nogal, roble, nim y acacia, para ser sembrados en sus hogares como símbolo de un nuevo comienzo en el territorio.