Estudiantes, comunidad educativa y familias, de cinco municipios del departamento de Caquetá se beneficiaron con la puesta en marcha del programa de prevención sobre violencia sexual, liderado por la Red de Mujeres Víctimas y Profesionales y apoyado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).

Los efectos del conflicto armado que afectó a gran escala este Departamento, fueron una de las variables para considerar a Florencia, Curillo, Valparaíso, Morelia y Albania, para  implementar el proyecto de prevención de violencia sexual, con el objetivo de asesorar las víctimas y brindar herramientas de prevención en este tema.

El proceso culminó con la formulación de planes de prevención en las instituciones educativas que incluyen acciones en los niveles de prevención temprana y urgente, y para la garantía de no repetición, a través de la réplica y multiplicación de contenidos, creación de comités y mesas de género, promoción de la salud en salud sexual y reproductiva, socialización de rutas de atención integral en casos de violencia basada en género (VBG), fortalecimiento de redes de mujeres y establecimiento de manuales de convivencia, acciones de formación con la comunidad, entre otras.

Fue así, como desde 2018, y hasta el primer cuatrimestre de 2019, se logró el acompañamiento con un ciclo de siete talleres, a las instituciones educativas Santiago de la Selva,  Nueva Jerusalem, Cervantes de Morelia, Ángel Cuniberti y Albania. 

El acompañamiento de esta iniciativa fue destacada por la Secretaria de Educación Aminta Cedeño, quien afirmó durante la socialización de los resultados que “el trabajo que se ha venido realizando con la Red de Víctimas, la OIM y USAID, ha favorecido muchísimo a las instituciones de nuestro departamento que ha sido golpeado fuertemente por la violencia sexual. Estos talleres, los estudiantes los han recibido con mucho beneplácito, agradecidos inmensamente porque ha disminuido la deserción escolar… ellos contándonos como había mejorado el tema de la convivencia escolar, de las relaciones afectivas…ver que la mujer es parte importantísima en una sociedad”.

Lo anterior es el resultado del abordaje de temas como: Percepción y conocimiento sobre violencia sexual y compartir imaginarios y creencias; Género y derechos humanos, para tomar consciencia de estos conceptos; Instrumentos nacionales y mecanismos de participación, para identificar, conocer y llevarlos a la práctica; Acuerdo de paz, para conocer, analizar y afianzar los conocimientos frente al proceso de paz en Colombia; Estigma y estigmatización, para identificar las múltiples discriminaciones a las que son sometidas las víctimas de violencia sexual en diferentes áreas de la sociedad (familia, instituciones, comunidad); Institucionalidad y rutas de acceso a la justicia; y el plan de prevención de violencia basada en género en escuelas, con el fin de construir con el estudiantado, los padres de familia y docentes el plan de prevención de violencia basada en género usando la herramienta de grabación como réplica.

Con todo este conocimiento se ha generado un nuevo nivel de conciencia tanto que como cuenta Liliana López Murcia, una estudiante del corregimiento Santiago de La Selva, otro de los municipios afectados por el conflicto armado en el país. Ella narra que “dadas las circunstancias, un grupo de estudiantes hemos creado un colectivo y nuestra propuesta es ir a las veredas vecinas a replicar lo aprendido, gracias a los talleres que nos ha brindado la Red de Mujeres Víctimas y Profesionales”.

Estas visiones tanto de niñas, niños, adolescentes y jóvenes, como de las de las directivas de los colegios sobre provechar las herramientas para prevenir la violencia sexual y promover la equidad de género, permiten afirmar que esta iniciativa fue un éxito. Lo anterior, se respalda adicionalmente, con los resultados de la evaluación realizada en octubre 2018 por OIM, en la cual se evidenció un cambio sorprendente de los adolescentes con respecto a sus comportamientos y creencias frente a la violencia sexual.

Aprendieron a diferenciar una demostración de afecto frente al acoso sexual; mejoraron sus relaciones familiares; y hoy en día hablan del  cuerpo de manera neutral y respetuosa. Sin embargo, frente a los resultados arrojados, se destaca el valor dado al conocimiento impartido sobre la historia del conflicto colombiano, sobre los mecanismos de participación y la perspectiva de igualdad de género y empoderamiento de las mujeres de las talleristas.

Los diálogos abiertos y honestos, permitieron además identificar casos de acoso y violencia sexual, dando la oportunidad de generar alertas para hacer seguimiento y  brindar apoyo psicológico, lo que potencia el impacto de este tipo de iniciativas ya que además de mitigar, permite prevenir y responder a las necesidad de niñas, niños, jóvenes y adolescentes, creando entornos protectores que nazcan de la conciencia institucional y la educación.

Este proyecto fue desarrollado en el marco de las acciones de enfoque diferencial del Programa de Reintegración y Prevención de Reclutamiento (RPR) de USAID y OIM. Y en 2019, se implementa en la región del Bajo Cauca antioqueño.