La OIM y PNUD, con el apoyo del Fondo ONU para el Sostenimiento de la Paz, brindaron fortalecimiento técnico y financiero a iniciativas productivas de excombatientes. Esto permitió que 15 personas en proceso de reincorporación de Montes de María, Sucre, accedieran a oportunidades de generación ingresos a través del ñame. 

Bogotá, junio de 2022. El ñame es un tubérculo de gran importancia para la gastronomía del caribe colombiano, y, actualmente, es también un producto apetecido por mercados internacionales. Pero, además, en el municipio de Ovejas, ubicado en Montes de María, Sucre, se ha convertido en una oportunidad para la paz, el desarrollo económico y la generación de ingresos de 15 hombres en proceso de reincorporación y sus familias, quienes le apuestan al cultivo y exportación del ñame de alta calidad como iniciativa colectiva. 

Aunque el cultivo de ñame no es nuevo en la región, el fortalecimiento financiero y el acompañamiento técnico que recibió el colectivo Ñame Tipo Fino para Exportación lo ha potenciado. Esto fue posible gracias al proyecto Entornos de Paz y Reconciliación, que le ha permitido a esta asociación cultivar 10 hectáreas del tubérculo en el último año. Así, han logrado producir 40 toneladas de la más alta calidad, poner práctica sus conocimientos técnico-productivos, generar ingresos y brindar oportunidades de empleo para su comunidad.

A través de esta iniciativa, financiada por el Fondo Multidonante para las Naciones Unidas (MPTF) e implementada por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), los excombatientes recibieron formaciones en temas administrativos, financieros y productivos. Adicionalmente, con el acompañamiento y guía de expertos, los participantes organizaron el colectivo y perfeccionaron su producción hasta cumplir con los estándares de calidad para exportar el ñame a mercados norteamericanos.

Para Edilbert Ramírez, quien se encuentra en proceso de reincorporación y es miembro del comité administrativo del proyecto, estos conocimientos no solo han permitido generar alimentos para quienes habitan el territorio, sino que también “ha sido una propuesta de inclusión laboral tanto para nosotros, como para la comunidad (…) Hemos hecho un trabajo colectivo y en conjunto que ha permitido restaurar el tejido social”. Un logro que, afirma, no es menor teniendo en cuenta las dificultades que enfrentan las personas excombatientes en materia de estigmatización y aislamiento.  

Misael González, quien es el encargado de hacerle seguimiento técnico a la producción, también destaca el éxito de la iniciativa a nivel económico, social y como parte de una apuesta por construir paz: “El proyecto impactó en la región, porque es la primera vez que se siembran tantas hectáreas de ñame... Otro impacto fue la producción de mano de obra, de empleo. También el proyecto es una muestra de que ellos están cumpliendo las políticas de Estado que les permiten reincorporarse”, reconoce. 

El colectivo Ñame Tipo Fino para Exportación es uno de los 59 proyectos productivos que recibió el apoyo financiero y la asistencia técnica del proyecto Entornos de Paz y Reconciliación, implementado en coordinación con la Agencia Para la Reincorporación y la Normalización (ARN) en 17 departamentos del país.