De la mano de instituciones, familias y cuidadores, la Fundación Bernard van Leer y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) lideran un proyecto que busca fortalecer los espacios protectores para que los niños y niñas de 0 a 5 años refugiados y migrantes, así como de las comunidades de acogida, puedan desarrollarse sanamente.  

Bogotá, agosto de 2022. Los primeros cinco años son la base para que niños y niñas puedan alcanzar todo su potencial y, con ello, construir una vida sana y feliz. Por eso, y con el objetivo de promover acciones que apoyen la protección integral de la primera infancia refugiada y migrante, la Fundación Bernard van Leer y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) implementan un proyecto para crear y fortalecer espacios protectores que contribuyan a que los niños y niñas en contextos de movilidad humana puedan jugar, crecer y desarrollarse libremente.

Esta iniciativa busca que tanto la niñez refugiada y migrante, como las familias y cuidadores, -su primer entorno protector-, logren un adecuado desarrollo e integración en las comunidades de acogida. Por eso, las acciones han estado dirigidas al fortalecimiento de tres espacios focalizados en Bogotá, Barranquilla y Soledad, Atlántico, y a la creación de un espacio protector en Valledupar. De acuerdo con las necesidades, la OIM y la Fundación Bernard van Leer han fortalecido la infraestructura de estos espacios y las capacidades técnicas de quienes trabajan allí. 

Además, el proyecto generará encuentros formativos para que las autoridades locales y nacionales fortalezcan sus conocimientos en temas relacionados con la niñez refugiada y migrante. También, contará con una estrategia de movilización social que promueva su integración en las comunidades.

_{Con este proyecto se busca que los niños y niñas de 0 a 5 años tengan un buen comienzo de vida.}

Las actividades se realizarán en apoyo a instituciones encargadas de la protección de la niñez en Colombia, entre ellas, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF). Con el propósito de sumar esfuerzos en la salvaguarda de estos niños, niñas y sus familias y cuidadores, esta alianza permitirá que, tanto autoridades locales como organizaciones de la cooperación internacional, compartan y enriquezcan sus metodologías de trabajo para fortalecer la atención brindada a la población.

Bajo esa línea, ya se encuentra consolidada la nueva metodología de atención psicosocial que se implementará en el marco del proyecto y que cuenta con tres ejes fundamentales: el cuidado del cuidador, la promoción de los derechos de los niños y niñas, y el fortalecimiento de una crianza positiva basada en el cuidado de todos.

Este proyecto cuenta con el apoyo financiero y técnico de la Fundación Bernard van Leer, una organización holandesa independiente que trabaja a nivel internacional para garantizar que los bebés y niños pequeños tengan un buen comienzo en la vida. “En muchas ocasiones, los niños y niñas migrantes y refugiados están expuestos a diversos factores que pueden afectar su óptimo desarrollo. A través de esta alianza con la OIM buscamos intervenir tempranamente en esos factores, fortalecer espacios físicos que puedan acoger y acompañar a los niños, niñas y sus familias para que así, efectivamente, tengan el mejor comienzo posible en sus vidas”, afirmó Andrea Torres Sansotta, Directora de programa de la Fundación Bernard van Leer.

Con esta iniciativa, la OIM reafirma una vez más su compromiso con la protección y garantía de derechos de todos los niños, niñas y adolescentes en el país, sin distinción de sexo, orientación sexual, etnia, situación de discapacidad o nacionalidad. “Atender la primera infancia refugiada y migrante es el primer paso para promover una migración regular. Por eso, gracias a este proyecto, lograremos aportar al sano crecimiento de más de 2.000 niños y niñas y fortalecer el acompañamiento de sus madres, padres y cuidadores”, indicó Alessia Schiavon, Jefe de Misión Adjunta de la OIM.

Teniendo en cuenta que la movilidad humana es un desafío que convoca a toda la sociedad, esta suma de esfuerzos entre el sector privado, sector público y organizaciones de cooperación internacional fortalece la atención integral a personas refugiadas y migrantes, especialmente a aquellos que crecen en contextos de emergencia y estabilización como los niños y niñas de 0 a 5 años.