El Ordenamiento Social de la Propiedad Rural es el conjunto de procedimientos que orientan a las instituciones de administración de tierras de la Nación y el Estado, para la distribución equitativa de la tierra rural, a través del reconocimiento físico, jurídico y económico de las formas de acceso a tierra, con el objeto de lograr uso eficiente del suelo, cohesión social, y el desarrollo socioeconómico del territorio a fin de mejorar la calidad de vida de la población rural.
La metodología de trabajo de la OIM busca acercar las instituciones a campesinos y campesina y llevar la oferta de servicios a sus propios terrenos para el acceso a tierra y la seguridad de la propiedad rural, promoviendo su uso en cumplimiento de la función social y ecológica, mediante la formulación e implementación de los Planes de Ordenamiento Social de la Propiedad Rural; así mismo, promueve la formalidad en el campo que es una forma de proteger a las familias campesinas frente al despojo de tierras y de facilitarles el acceso a pobladores a los diferentes programas y beneficios del Estado, desde un enfoque participativo.
Formalización de predios rurales
La formalización de la propiedad rural es un componente central del Programa Migración y Ruralidad, que acompaña al Gobierno Nacional, especialmente a la Agencia Nacional de Tierras (ANT) y a las autoridades locales, en la generación de soluciones a la informalidad en la tenencia de la tierra.
La metodología de trabajo de la OIM busca acercar las instituciones a los campesinos y llevar la oferta de servicios a sus propios terrenos para su formalización. De igual manera, la OIM ejecuta metodologías para la formulación e implementación de planes de ordenamiento social de la propiedad rural; así mismo, promueve la formalidad en el campo que es una forma de proteger a las familias campesinas frente al despojo de tierras y de facilitarles el acceso a los agricultores a los diferentes programas y beneficios del Estado.
Desarrollo rural con enfoque territorial
En el marco de esta estrategia se formulan planes y proyectos con el fin de mejorar las condiciones sociales y economías de grupos de pequeños productores mediante la promoción de:
- La participación de grupos vulnerables y todos los actores rurales en la planeación, formulación y ejecución de planes.
- La gestión de alianzas con los sectores público, privado y comunitario para lograr encadenamientos productivos en las agrocadenas priorizadas y la provisión de bienes públicos.
- El fortalecimiento de las capacidades de las entidades territoriales y de las asociaciones de productores.
La estrategia además implementa metodologías participativas aplicando enfoques diferenciales de género, étnico y etario, en los que se benefician comunidades afrocolombianas, indígenas y campesinas, mujeres, jóvenes y otras poblaciones vulnerables. Adicionalmente, fortalece la gobernabilidad del nivel territorial a través de la promoción de espacios y nuevos mecanismos de articulación de las entidades territoriales con la nueva institucionalidad de tierras, territorio y desarrollo rural en el marco del posconflicto (Agencia Nacional de Tierras, Agencia de Renovación del Territorio y Agencia de Desarrollo Rural).
Restitución de tierras
La OIM trabaja, desde el 2009, en diferentes iniciativas relacionadas con el retorno de la población en situación de desplazamiento y la restitución de tierras apoyando a la Unidad Administrativa Especial de Gestión de Restitución de Tierras Despojadas y a otras instituciones responsables de la implementación de esta política, como la Superintendencia de Notariado y Registro y el Consejo Superior de la Judicatura, en diferentes proyectos que buscan fortalecer su estructura institucional y acompañar su trabajo en terreno.