Isaura Suarez tiene 39 años y vivía en el Estado Táchira, Venezuela, junto a su esposo y sus tres hijos. Ella es ingeniera de alimentos y en esa comunidad era reconocida por promover y apoyar los derechos de los campesinos de esa región. Allí, desde 2019, demostró una disposición natural para liderar y ayudar a su comunidad. En ese momento, fundó y comenzó a liderar el ‘Mercado Campesino’, el cual dirigió durante dos años, en donde participaban más de 700 personas con productos locales que se comercializaban a un precio justo. A través de esta iniciativa, promovía una vida digna para los productores pues recibían recursos suficientes para vivir y, además, garantizaba que los consumidores obtuvieran productos de calidad.  

Sin embargo, el deseo de tener mejores oportunidades de vida para sus hijos le sembró en el corazón la idea de salir a otro país.  Por ser hija de padres colombianos vivió en Arauca durante su infancia, lo que influencio su decisión de migrar con su familia a este municipio. Así, desde que Isaura viajo a Colombia, su vida tomo un gran giro, sus proyectos, sus pertenencias y la mayor parte de su familia quedaron atrás. “Dejarlo todo fue muy frustrante... fue un tiempo demasiado estresante" menciona Isaura.  

Al principio, Isaura dormía en una habitación muy pequeña junto a su familia y solo contaban con algunos utensilios de cocina que habían traído desde Táchira. Con los elementos que tenía disponibles y con el dinero que traían, se les ocurrió empezar a vender almuerzos en las calles, y nombraron su emprendimiento “Sazón Andino”, del cual Isaura aún lidera la cocina, y es fuente de ingresos para la familia. 

Si bien tras su llegada al país, habían logrado tener una economía estable para continuar con sus vidas, Isaura dedico gran parte de su tiempo al cuidado de sus hijos y el hogar, dejando atrás sus motivaciones y pasiones personales. 

Sin embargo, se le presento la oportunidad de asistir a un taller en prevención de violencias basadas en género que ofrecemos en articulación con la Casa de la Mujer en Arauca. En este espacio conoció a una de las asistentes del proyecto, quien invitó y acompaño a Isaura en los talleres dedicados a mujeres y familias. Isaura asistió a estos espacios y naturalmente empezó a colaborar en las actividades, a escuchar y ser apoyo para sus compañeras, lo que hizo que sobresaliera entre todos los participantes.  

Con el tiempo el programa de Mujer, Género y LGTBI de la Alcaldía de Arauca, sorprendió a Isaura con la noticia de que iniciaría la Red Púrpura en la Casa de la Mujer y que ella sería una de las primeras líderes, específicamente en la red migrante y de gastronomía, pues sus compañeras de los talleres se sentían agradecidas porque ella las había escuchado en momentos de aflicción, y destacaron sus cualidades de liderazgo y empatía. Ella con alegría aceptó y recibió su chaleco de color purpura, y hasta la actualidad en las horas de la tarde, continúa liderando las iniciativas de su red en donde da a conocer los servicios que se brindan, educa a las personas en el buen uso de la asistencia humanitaria y promueve la idea de crecer y superarse con las herramientas ya recibidas.  

Como a Isaura le apasiona ayudar a otros y promover los derechos de las personas en situación de vulnerabilidad, esta oportunidad le hizo encontrar de nuevo el camino del que se había perdido. “El proceso me enseñó que no íbamos a apagar esa luz que estaba allí con poquita llama, sino que mi luz otra vez brillo”, dice Isaura con lágrimas de felicidad. 

Así, Isaura ha podido acompañar y potenciar cambios significativos en los procesos de las personas que asesora y apasionadamente ha entregado sus conocimientos y habilidades de liderazgo para fortalecer el programa al que pertenece. Asimismo, los talleres en los que participó y que ahora imparte, le han brindado a ella y a su familia herramientas para mejorar su relación en el hogar y para crecer en conjunto hacía nuevos proyectos a futuro.  

Además, a través del trabajo articulado con la Casa de la Mujer, Isaura conoció los diferentes programas de la OIM y realizó el proceso para acceder a la estrategia de Transferencias Monetarias restringidas para renta, que tiene el objetivo de apoyar a la población migrante venezolana en el pago del arriendo en una vivienda digna y adecuada. El ser beneficiaria le ha permitido destinar ese dinero en otras necesidades de su hogar y generar ahorros económicos para su familia. Asimismo, Isaura continúa recibiendo la asistencia para el pago del arriendo y en las tardes apoya y lidera algunas actividades de la Red Purpura.  

El mejoramiento del programa Casa de la Mujer y de sus actividades son el resultado del acuerdo de cooperación entre la OIM y la Alcaldía Municipal de Arauca, que tiene como objetivo fortalecerla institucionalmente y así, prevenir, mitigar y reducir los riesgos de protección, y responder a las necesidades y derechos de la población migrante venezolana y de acogida más vulnerable. Hasta septiembre de 2024, 3.107 personas se han beneficiado de las atenciones psicosociales grupales, talleres extramurales, jornadas masivas de sensibilización, días conmemorativos de la Casa de la Mujer, y las escuelas de padres. 

Esta iniciativa es posible gracias al apoyo de La Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), y es implementado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). 

SDG 10 - REDUCCIÓN DE LAS DESIGUALDADES
SDG 17 - ALIANZA PARA LOGRAR LOS OBJETIVOS