Yexica Marcano nació el 19 de enero de 1983, en Caracas, Venezuela. Es la menor de cuatro hermanas: Esmeralda, Maribel y Evelyn. Entre ellas solo tienen una diferencia de edad de uno a dos años, pero Yexica con la hermana más próxima a su edad, se lleva 15 años.

A pesar de la diferencia de edades, Yexica y sus hermanas son muy unidas. Por eso, en 2017, cuando Yexica decidió migrar hacia Colombia en busca de un mejor futuro, partió junto a Esmeralda y Yasmina hacia la ciudad de Medellín.

“Cruzamos la frontera caminando. Eso fue el dos de septiembre. Pero cuando llegamos, a pesar de haber planeado los gastos, nos dimos cuenta de que solo nos alcanzaba para comprar 2 de los 3 pasajes para llegar a la cuidad. Afortunadamente, tengo una amiga de Medellín, que, junto a su familia, nos ayudaron con el pasaje y nos recibieron en su hogar” comenta Yexica.

En Caracas, la familia Marcano tenía una agencia de festejos, lo que en Colombia se conoce como una casa de banquetes. Por eso, al llegar a Medellín, aunque las hermanas se dedicaron a trabajar en varios oficios, comenzaron su proyecto de repostería, aplicando sus conocimientos e ideas creativas, para darle una mejor calidad de vida a sus padres Ramón y Emilia, que se encontraban aún en Venezuela.

“Nosotras llegamos en el mes del amor y la amistad, y comenzamos a vender unos cupcakes de emojis, que afortunadamente tuvieron mucho éxito. Pero, también nos dedicamos a otros oficios, como la venta ambulante de pañitos y medias. Fue algo nuevo para nosotras porque al ser profesionales – mi hermana es abogada, la otra administradora y yo comunicadora social-, nunca pensamos ejercer otro tipo de labores. Pero nos motivaron las ganas de salir adelante y poder obtener recursos para traer a nuestros padres, y estar juntos nuevamente”.

En el mes de diciembre de 2017, sus padres Emilia y Ramón llegaron a la ciudad de Medellín. Y, poco después, su hermana Evelyn, que es docente, llegó a la ciudad. Tener a su familia unida nuevamente, ha sido uno de los mayores logros de Yexica. Pero también, ha sido el hecho de que su negocio se haya expandido, donde actualmente se dedican a la repostería artística personalizada de tortas, mesas de dulces y postres.

Red Comunitaria de Salud 

Pasar por este proceso migratorio, abrió un interés en Yexica y sus hermanas en temas de ayuda humanitaria. Por eso, el 2019, las hermanas Marcano empezaron a hacer parte de la organización comunitaria llamada Voluntariado Venezolano, el cual está integrado por 13 mujeres venezolanas que se reúnen para compartir sus historias de migración y ayudar a quienes necesiten de una mano amiga.

“Este proceso de migración me ha enseñado a mí a tener más empatía. Al llegar aquí, y empezar todo desde cero, empezar a desarrollar otras actividades que no hacía y que nunca pensé hacer, me hicieron reflexionar sobre la situación. Ahora, yo me pongo en los zapatos del otro. Cuando veo una persona en la calle vendiendo caramelos o cantando, pienso: ¿qué clase de situaciones lo llevaron a eso?, ¿qué necesitan? y ¿cómo ayudo? Por eso, desde el grupo participamos en las actividades de las organizaciones humanitarias para apoyar a las personas que lo necesiten”.  

Por su labor en el voluntariado, Yexica empezó a tener un liderazgo dentro de su comunidad y, a participar en acciones de ayuda humanitaria. “Una de las principales necesidades en términos de vulnerabilidad es la salud, porque hay muchas personas migrantes que no tienen recursos ni aseguramiento en salud. Por eso, dentro del voluntariado conocimos al equipo territorial de salud de la OIM, quienes nos invitaron a participar de talleres y de las acciones como las jornadas de salud”

Este proceso le permitió compartir con otros líderes y lideresas de Bello, Copacabana, Medellín, Itagüí, Envigado y Caldas, municipios del departamento de Antioquia que integran a la Red Comunitaria de Salud del Valle de Aburrá, llamada Red Vida. Una iniciativa de empoderamiento comunitario en el cuidado de la salud del Programa de Estabilización Comunitaria (CSA) de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), implementada por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).  

“Mi experiencia en la Red comenzó desde que se declaró la pandemia, a principios del 2020. A través de los talleres virtuales liderados por la OIM, empecé a informarme y a interesarme  en temas como la promoción y cuidado de la salud, la prevención de enfermedades y las rutas para acceder al aseguramiento en salud en Colombia y, así decidí, con mis hermanas, ser parte de la Red Vida” expreso Yexica.  

La Red Vida, conformada por 46 líderes y lideresas de Venezuela y Colombia que se unen con el propósito de ayudar a las personas- nacionales venezolanos, colombianos retornados y comunidades de acogida que aún no tienen ningún tipo de aseguramiento en salud-, para que puedan acceder a atenciones en salud por medicina general, enfermería, salud oral, vacunación, control prenatal, y control de crecimiento y desarrollo para niñas y niños. 

En el departamento de Antioquia, desde el mes de enero hasta abril de 2021, 936 personas sin aseguramiento a salud han podido acceder a servicios de salud integrados, sensibles a la migración, a la diversidad étnica y de género.  

“Recuerdo mucho la primera jornada de salud a la que asistí porque la gente estaba encantada. Salían felices por la gestión médica y por los exámenes, como la citología. Una vez, por ejemplo, a una señora le describieron que algo no estaba bien en su citología, y tras enterarse pudo operarse a tiempo. Y eso, fue gracias a las jornadas médicas. Desde la Red convocamos a las personas para que asistan, y, realmente, siempre están muy contentas de las atenciones”. 

Igualmente, en coordinación con el equipo territorial de salud, las lideresas y líderes de la Red Vida identifican y apoyan a las personas que tengan síntomas y signos de alarma para orientarlas hacia servicios de salud inclusivos. Por ejemplo, en la ciudad de Medellín, en lo corrido de  2021, se han realizado 157 tamizajes para la identificación de síntomas respiratorios. 

Además, los integrantes de la Red Vida llevan a cabo acciones comunitarias para compartir la información y conocimientos aprendidos durante los talleres. Por ejemplo, la actividad de Casa a Casa, donde algunos miembros de la Red junto con el equipo territorial de la OIM, informan a las personas y a sus comunidades sobre la importancia de medidas preventivas en temas de interés en salud pública como la tuberculosis, VIH, COVID-19, entre otros.

Como lideresas, Yexica y sus hermanas, continúan con su labor de ayudar a las personas que lo necesitan. Por eso, desde la Red fortalecen sus actividades y acciones saludables, para promover el bienestar y cuidar la vida de las personas, comunidades y territorios, bajo el lema: “donde hay amor, hay Red de Vida”.

 

SDG 3 - SALUD Y BIENESTAR
SDG 10 - REDUCCIÓN DE LAS DESIGUALDADES